lunes, 2 de mayo de 2016

Cartas al blog....

LAS TARDES DE ROJO DEL MES DE MAYO ...

Las tardes tienen múltiples matices y variantes del color rojo. Los atardeceres son para mí, fundamentalmente, siempre rojos y los del mes de mayo y septiembre se enseñorean por completo de mi espíritu dejando a la intemperie mi alma roja y herida.
Todo es rojo: rojo el metro y los autobuses rojos, rojo es el sol y las nubes son rojas, rojos los relámpagos y los truenos rojos, rojo es el amanecer y el ocaso es rojo, las banderas rojas y los tejados rojos se tiñen de rojo,  la plaza de toros y la Plaza Mayor son rojas, rojas las tablas  del  ruedo  y los carteles taurinos rojos, rojos los capotes y las muletas rojas, de grana y oro los vestidos de torear y los ternos de a diario de angustia y rojo se adornan, rojas las corbatas y las banderillas rojas, rojos están los hombres y los monosabios van de rojo, sangre roja sobre el toro con divisa roja, rojos son los charcos coloreados de sangre roja que nos hacen creer que somos tan rojos como imaginamos bajo las luces rojas al caer la tarde roja,
canciones tristes impregnadas de rojo y amapolas rojas en la primavera roja, los claveles rojos y los geranios rojos los ponían las abuelas sobre el alféizar rojo de la ventana roja, son rojas las flechas de las bandadas de pájaros como rojo es el cielo que surcan en los crepúsculos rojos, rojos son los lugares donde todo es conmovedoramente rojo porque nada entienden de los intereses grises que carecen del rojo ni del material oscuro de las monedas que no son rojas. Siempre al rojo: al rojo sublime y rojo hermoso de mi pueblo rojo.
Rojo es el recuerdo que da sentido a la vida y la emoción nace roja en el rojo más profundo del ser humano, más hondo y rojo que la razón y la voluntad que son también rojas. Rojo es el corazón, en el que a veces me gustaría dar un golpe de estado rojo para que gobernara en su interior el cariño rojo y el respeto rojo, que tan necesarios son para el gobierno rojo de los hombres y mujeres de cualquier color rojo. Roja es la melancolía que es la patria roja del perdedor rojo y que hace que la soledad roja sea su única compañía roja deseable. De rojo oscuro es el desamparo y rojo más claro es el anhelo rojo que aparece suspendido entre la roja inspiración y el sentimiento rojo. Los sueños son rojos para aquéllos que viven inmersos en una pasión roja tan roja como mi bicicleta que es más roja que la Cruz Roja.
La vida roja es demasiado corta como para sentirla si no se la vive con fervor rojo, ella se parece a esos amores malditos y rojos de los que gotea una mirada o un gesto rojos capaces por si solos de redimirnos del infierno rojo del olvido.
Tenemos amores rojos escondidos en el rincón más bello, intocable y rojo de la memoria, pero no conviene encontrarse con los viejos y apasionados amores rojos ya que las cuentas rojas del corazón nunca se acaban de pagar de tantos y tantos números rojos que contienen...

Todo es rojo en las tardes rotas y rojas de mi existencia roja atravesada por un dardo afilado de color rojo.

         Miguel MORENO GONZÁLEZ

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