lunes, 25 de febrero de 2019

nuestras abejas...

Así actúa el parásito que está aniquilando a las abejas

Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/3539644/0/asi-actua-parasito-aniquila-abejas/#xtor=AD-15&xts=467263
Así actúa el parásito que está aniquilando a las abejas

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Así actúa el parásito que está aniquilando a las abejas

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Lamentablemente, un año más y por las mismas fechas, vuelvo a escribir sobre la mortandad masiva de abejas. Año tras año, las abejas reciben un regalo envenenado cuando despiertan de su letargo invernal y encuentran las primeras flores cargadas de alimento.


Científicos decubren una nueva forma en la que el 'Varroa destructor' ataca a las abejas. 

El fascinante mecanismo de defensa de las abejas asiáticas contra las avispas. Un panal de abejas La formación de un panal de abejas. GTRES Las colonias de abejas en todo el mundo corren el riesgo de una variedad de amenazas, que incluyen pesticidas, enfermedades, mala nutrición y pérdida de hábitat. Investigaciones recientes sugieren que una amenaza está muy por encima de las otras: un ácaro parásito, 'Varroa destructor', que se especializa en atacar a las abejas. Durante décadas, los investigadores han asumido que los ácaros varroa se alimentan de sangre, como muchos de sus primos ácaros y garrapatas. 


 Pero una nueva investigación dirigida por la Universidad de Maryland sugiere que los ácaros varroa, en cambio, tienen un apetito voraz por un órgano en el abdomen de la abeja llamado 'cuerpo graso', que cumple muchas de las funciones vitales que desempeña el hígado humano, al tiempo que almacena alimentos y contribuye al sistema inmune de las abejas. La investigación, publicada en Proceedings, podría transformar la comprensión de los investigadores sobre las principales amenazas para las abejas melíferas, al tiempo que indica el camino hacia tratamientos más eficaces contra los ácaros en el futuro. "Los investigadores de las abejas a menudo se refieren a tres P: parásitos, pesticidas y pobre nutrición. Muchos estudios han demostrado que la varroa es el mayor problema. Pero cuando están comprometidas por la varroa, las colonias también son más susceptibles a las otras dos", indica Samuel Ramsey, el autor principal del artículo. "Ahora que sabemos que el cuerpo de grasa es el objetivo de Varroa, esta conexión ahora es mucho más obvia. Perder el tejido graso afecta la capacidad de una abeja para desintoxicar pesticidas y les roba alimentos vitales. El cuerpo graso es absolutamente esencial para la supervivencia de las abejas", añade. Además de descomponer las toxinas y almacenar los nutrientes, los cuerpos grasos de las abejas producen antioxidantes y ayudan a controlar el sistema inmunológico. Los órganos grasos también desempeñan un papel importante en el proceso de metamorfosis, regulando el tiempo y la actividad de las hormonas clave.
Los cuerpos grasos también producen la cera que cubre partes de los exoesqueletos de las abejas. Según Ramsey, el supuesto de que los ácaros varroa consumen sangre de abeja (más precisamente llamada hemolinfa en insectos) ha persistido desde que se publicó el primer artículo sobre el tema en la década de 1960. Ramsey notó varias observaciones que lo llevaron a cuestionarse si los ácaros varroa se alimentaban de algo más que hemolinfa. Primero, la hemolinfa de los insectos es muy baja en nutrientes. Para crecer y reproducirse al ritmo que lo hacen, los ácaros varroa necesitarían consumir mucha más hemolinfa de la que podrían adquirir de una sola abeja. En segundo lugar, el excremento de los ácaros varroa es muy seco, al contrario de lo que uno esperaría de una dieta de sangre completamente líquida. Por último, las piezas bucales de los ácaros varroa parecen estar adaptadas para digerir tejidos blandos con enzimas y luego consumir la papilla resultante. Por el contrario, los ácaros que se alimentan de sangre tienen partes bucales muy diferentes, específicamente adaptadas para perforar membranas y chupar líquido. El primer y más sencillo experimento realizado por Ramsey y sus colaboradores fue observar dónde tendían a reunirse los ácaros en los cuerpos de las abejas para alimentarse. Si los ácaros se aferraban a lugares aleatorios, razonó Ramsey, eso sugeriría que en realidad se alimentaban de hemolinfa, que se distribuye uniformemente por todo el cuerpo. Por otro lado, si tuvieran un sitio preferido en el cuerpo, eso podría proporcionar una pista importante para su comida preferida. "Cuando se alimentan de abejas inmaduras, los ácaros comen en cualquier lugar. Pero en las abejas adultas, encontramos una gran preferencia por la parte inferior del abdomen de las abejas (señala Ramsey). Más del 90% de los ácaros que encontramos en adultos se alimentaban allí. Como sucede, el tejido corporal graso se propaga a través de los cuerpos de abejas inmaduras. A medida que las abejas maduran, el tejido migra a la parte inferior del abdomen.
La conexión fue difícil de ignorar, pero necesitábamos más evidencia". Ramsey y su equipo luego tomaron imágenes de los sitios donde los ácaros varroa roían el abdomen de las abejas. Usando una técnica llamada fractura por congelación, los investigadores utilizaron nitrógeno líquido para congelar a los ácaros y sus hospedadores, esencialmente tomando una "instantánea" física de los hábitos de alimentación de los ácaros en acción. Utilizando microscopios electrónicos de barrido potentes para visualizar los sitios de la herida, Ramsey vio una clara evidencia de que los ácaros se alimentaban de tejido corporal graso

Esperemos que pronto se solucione todo...
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Navegando ...
autor: Antonio González

Ya quisiera yo poder tomar estas fotos 
y otras desde mi casa que nos deleitan cada día ...

Gracias Antonio.
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viernes, 22 de febrero de 2019

los primeros espárragos...

los primeros de la temporada... en Lancha La Osa
la falta de agua de lluvia hace que aun no broten ...

Y ya no están, claro... 

P.D.
Esta tortilla se la dedicamos a nuestro amigo Juanín que tan buenas tardes pasaba disfrutando buscándolos con nosotros... (hoy sería su cumpleaños...)
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jueves, 21 de febrero de 2019

a nuestro amigo Juan...




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vamos de excursión...

Desde Cadalso lo tenemos muy cerca para pasar un día en la naturaleza del Valle...

Preferiblemente en verano para bañarte en sus piscinas naturales,  pero la primavera, los cerezos en flor o en otoño esta precioso el Valle....



Regado por el río que da nombre a la comarca, el Valle del Jerte esconde maravillas que, pese a competir en belleza con los cerezos en flor, se mantienen eclipsadas por la fiesta primaveral que pinta de blanco sus montes durante unos días. Precisamente porque no solo con cerezas se embellece el valle, revelamos –a través de una selección de sus mejores cascadas y gargantas– el segundo nombre de la región: el Valle del Agua.
Como la oferta de cascadas en el Valle del Jerte es amplia, decidir la ruta resulta más sencillo que estudiar cómo y cuándo. Proponemos un itinerario que atraviesa el valle desde Piornal hasta la localidad de Jerte, pasando por una selección de los puntos de agua más destacados. Antes de emprender el viaje, es importante meter las botas de montaña y el bañador en la maleta. Las primeras, por si se quiere disfrutar de los saltos más impresionantes, aunque también hay opciones para los que descartan recorrer los caminos; y el segundo, para los valientes que deseen combatir el calor en las pozas que forma el agua helada de las montañas.


Cascada de El Caozo, impresionante.

Llegando desde Ávila o desde Plasencia, la carretera nacional N-110 conecta algunos de los pueblos de la comarca; otros, sin embargo, hay que buscarlos recorriendo caminos rurales que serpentean osados entre los montes de Tras la Sierra, por un lado, y la Sierra de Tormantos, por el otro. El viajero se adentra de repente en un bosque dominado por los cerezos, pero también por robles, fresnos, sauces, encinas y castaños, entre otros muchos árboles. Y es esta floresta –por la que discurren gargantas, arroyos y fuentes que alimentan al río Jerte– el lugar perfecto para explorar los saltos de agua más caudalosos y altos de la región.
Una vez en la comarca, hay que tener en cuenta el momento del viaje. "La mejor época para visitar las cascadas es el otoño, el invierno y la primavera, porque luego en verano el caudal baja y algunas se quedan casi sin agua –como es el caso de la Cascada de la Desesperá o la del Manto de la Virgen–", según informa Esperanza Izquierdo, técnico de la Oficina Comarcal de Turismo.


  Miguel Ángel Moreno, un vendedor de la zona, coloca su puesto a la entrada de esta cascada, aunque solo lo hace en fechas señaladas, como Semana Santa o puentes importantes. Vende productos típicos de la tierra: mermelada de cereza, buen embutido casero o quesos, entre otros; y plantas de fresas, frambuesas y zarzamoras. "Durante la primavera, El Caozo aún arrastra agua del deshielo. Este invierno, llevaba tanta agua que no se podía subir a la pasarela y venía a visitarla hasta gente del pueblo", recuerda orgulloso mientras muestra un vídeo de la catarata furiosa que ahora se vierte mucho más tranquila sobre la garganta


Entre bosques y cascadas.

Entre la localidad de Valdastillas, donde las mujeres todavía conservan la costumbre de sacar la silla a la puerta para conversar con las vecinas, y el pueblo de Cabrero, la Cascada de Marta ofrece a sus visitantes otra perspectiva de su caída, ya que su pasarela está colocada para ser vista desde arriba. Desde ahí, es fácil secundar la advertencia de la Oficina de Turismo: "No apto para quienes sufren vértigo".
Subiendo a Las Nogaleras
En la zona, existen dos travesías siguiendo el curso de dos gargantas que ofrecen varios saltos a lo largo de su recorrido: la de La Puria y la de Las Nogaleras. Las dos cuentan con una versión corta y otra extensa de la caminata. Si se carece de tiempo y uno se ve obligado a elegir un recorrido, Las Nogaleras sería la elección correcta, ya que por algo también recibe el nombre de la Ruta de las Cascadas.  En esta excursión, si el visitante lo desea, pueden concurrir senderismo, baño, barranquismo y recesos en plena naturaleza con el agua como auténtica protagonista.



El Jerte también es para aventureros.

En la localidad de Navaconcejo existe un aparcamiento habilitado para los visitantes que se acercan a Las Nogaleras. El recorrido largo –de unos seis kilómetros– permite disfrutar de siete cascadas; el corto, de cuatro kilómetros, abarca cuatro saltos, que tampoco está nada mal, especialmente si se realiza con niños o personas mayores, para los que puede resultar más difícil hacer frente al último tramo. La subida, que sigue el curso del agua a través de la montaña, es empinada; a ratos, pedregosa y a ratos, terrosa. Y pese a que los desniveles más pronunciados están bien señalizados con barandillas de madera o cuerda, la ladera resulta en algunas partes vertiginosa.
Sin embargo, las familias con niños son una constante a lo largo de Las Nogaleras. Puede deberse en gran parte a que casi todo el trayecto se hace bajo la bóveda que han ido formando las copas de los árboles que envuelven el camino y la existencia de fuentes naturales durante el ascenso. Pero lo más probable es que, una vez alcanzada la primera parada del camino –una cascada de varios metros de altura que cae blanca y casi vertical sobre la roca pulida de granito–, cualquiera se anime a continuar descubriendo cómo el torrente adopta formas imposibles para brincar encajado sobre las piedras o cómo se calma de repente en una poza cristalina para invitar a nadar al que sueñe con un descanso, como ocurre en el Charco del Paraíso, segunda parada en la Garganta de Las Nogaleras, donde en verano los que la visitan aprovechan para refrescarse.


Los niños disfrutan del entorno como nadie.

Otros excursionistas solo suben la sierra ondulante para desafiar algunos saltos de agua haciendo barranquismo. En la región se puede realizar este deporte de aventura en los barrancos de otras dos gargantas: Los Hoyos y Los Papúos. La bajada de Las Nogaleras puede hacerse por un camino alternativo: una pista medio asfaltada que resulta más cómoda y con las vistas de las colinas inundadas de cerezos y, al fondo, la Sierra de Gredos con sus picos nevados. Avanzada la primavera, la lavanda, el brezo o la retama estallan en el paisaje del monte impidiendo que el valle se lamente por la desaparición de las efímeras flores del cerezo.
Un chapuzón en el infierno
Dejando atrás Navaconcejo, ubicada entre Cabezuela del Valle y Jerte se encuentra la joya de la corona del Valle del Agua: la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. Tanto si uno desea seguir viendo cataratas como buscar un lugar propicio para el baño, pasear entre bosques o disfrutar de un entorno natural en la sierra, hay infinidad de rutas que pueden realizarse en este espacio protegido.


Los caminos son aptos para todos.

Sin embargo, una de las más populares por su impresionante belleza y por la promesa de un chapuzón al final del trayecto es la de Los Pilones, una imponente sucesión de trece piscinas naturales formadas en el granito. Para llegar hasta esta formación natural, que también recibe el nombre de Marmitas de Gigante por su disposición y apariencia, hay que caminar aproximadamente seis kilómetros –ida y vuelta– en un recorrido de escasa dificultad. Si se visita antes del verano, desde el mirador que se encuentra en el sendero se puede disfrutar de otra de las grandes cascadas del valle: el Manto de la Virgen.
Si aún quedas con ganas de más agua, hay otras gargantas en la comarca a las que acercarse como Los Buitres, De San Pedro, De Marta, Las Rayuelas, Los Sotillos, Tornadero, La Serrá, San Martín, entre otras muchas y abundantes piscinas naturales. Para comer o descansar, los pueblos del Jerte resultan sabrosos para lo uno y acogedores –con su arquitectura típica– para lo o



Los Pilones, uno de los baños más populares de la zona.

Después de unos días explorando el Valle del Agua, uno entiende el resumen que hace Esperanza Izquierdo, técnico de la Oficina de Turismo, sobre el Jerte: "Cerezos en flor puede haber en muchos sitios pero nosotros tenemos la ventaja de que nuestros cerezos florecen en un paraíso lleno de gargantas, ríos y montañas. La desventaja es que media España quiere venir durante los diez días de la floración. Lo bueno es que poco a poco, el que llega va conociendo el valle y luego quiere volver para disfrutar de otras muchas cosas, como los ríos o las piscinas naturales para bañarse en verano o venir en otoño a hacer senderismo cuando todo esto está precioso"...

Una bonita excursión desde Cadalso
 para pasar un gran día...

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Fiesta del Cerezo en Flor...

Un año más el Jerte conjugará con la floración de los cerezos con decenas de actividades gastronómicas, lúdicas y culturales. La Fiesta del Cerezo en Flor se celebrará del 16 de marzo al 3 de mayo y llevará propuestas de ocio a once pueblos de la comarca.
Como en ediciones anteriores la programación estará dividida en tres bloques: el 'Despertar del Valle', del 16 a 28 de marzo; el 'Cerezo en Flor', declarada Fiesta de Interés turístico Nacional se llevará a cabo del 29 de marzo al 7 de abril; y 'Lluvia de Pétalos', del 8 de abril a 3 de mayo.
La Fiesta del 'Cerezo en Flor' se inaugurará en Casas del Castañar y se clausurará en El Torno.

Cartel anunciador:

'Mundo Valle' es el título de la obra ganadora en el concurso convocado por la Mancomunidad de Municipios del Valle del Jerte que buscaba el cartel anunciador para la Fiesta de Interés Turístico Nacional del Cerezo en Flor 2019 y que ha estado dotado con un premio de 800 euros.
Se trata de una original y colorista propuesta en la que tienen cabida no solo los cerezos en flor, sino todos los municipios del Valle del Jerte, los once pueblos, a través de alguna de sus construcciones o monumentos singulares.
Cartel anunciador.
El fallo del jurado ha tenido lugar el lunes 11 de febrero. La obra ganadora ha sido realizada por Mario Moreno Iglesias, natural de Piornal.


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ganadora del Concurso...

Ya tenemos cartel ganador del CONCURSO DE CARTELES para nuestra :
VIII FERIA DEL VINO,
 Cadalvin 2019...
 
la autora es Ainhoa Elvira Moreno, que repite, un año más, como ganadora de este concurso.


 ¡¡ ENHORABUENA ...!!
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martes, 19 de febrero de 2019

cata de vinos ...



Estos son los autobuses que te llevan y te traen...




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el vino, bebida Nacional...



EL VINO DEBE DE SER DECLARADO BEBIDA NACIONAL...

EL VINO es la única bebida con contenido alcohólico que crece en consumo en el total MUNDO. También es la bebida que más apela al “disfrute” a “la libertad de elección”, a “la distinción” a su “contenido histórico” y finalmente a su “CULTURA”

Los españoles necesitamos sentirnos orgullosos de nuestro vino y de lo que representa, tal y como recoge el manifiesto VINO es CULTURA.

¡¡ MANIFIESTO!!
Reivindicamos, por tanto, que el vino, como parte inseparable de la cultura a lo largo de los siglos en numerosas manifestaciones, sea reconocido como bebida y alimento esencial. Orgullo por lo nuestro, por nuestros terruños, por nuestros productos y nuestras raíces. Un tesoro.
Este manifiesto defiende, por tanto, todos los vinos de España y cuanto los mismos representan para nuestra agricultura, nuestro placer, nuestra sociedad y el equilibrio medioambiental.
Y que se reconozca al vino como elemento cultural integrador de la sociedad.
Solicitamos a las personas e instituciones que se unan a esta defensa de la cultura del vino y su consumo consciente, moderado y responsable para que el vino sea declarado BEBIDA NACIONAL de España.
De acuerdo con que el vino está ligado íntimamente a la cultura. Me uno a este Manifiesto que propone la AEPEV. Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino.

Para solicitar que el VINO SEA DECLARADO BEBIDA NACIONAL DE ESPAÑA pincha en esta solicitud de la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV):

www.change.org/p/quiero-que-el-vino-sea-declarado-bebida-nacional
No hay descripción de la foto disponible.

os recuerdo...

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sábado, 16 de febrero de 2019

recordar...



























El próximo sábado 16 de febrero tendrá lugar en Cadalso de los Vidrios (Madrid), la Gala de Entrega de los Trofeos Taurinos Racimo de Oro, correspondientes a su feria de novilladas celebradas durante el pasado mes de septiembre 2018. El acto tendrá lugar a las 20:30h en la Casa de la Cultura.
Este año los premiados que recogerán sus trofeos en dicho acto son:
El novillero Fernando Flores que cortó tres orejas a los novillos de Guadajira, lidiados el 14 de septiembre y el ganadero Ángel Muñoz Becerra, propietario de la ganadería "Guadajira" ,
por el novillo "Marítimo", marcado con el número 11 y corrido en tercer lugar, también el 14 de septiembre. El premio a la mejor estocada quedó desierto. Las fotos de los ganadores fueron realizadas por el cadalseño José Luis Acuña Reig.

Estos galardones son de los más antiguos de cuantas ferias de novilladas se celebran en la temporada española. En 2018 cumplieron la edición XIX (la primera tuvo lugar en el año 2000, fueron creados por el aficionado cadalseño Ángel García del Saz) que se corresponde con la XVI desde que tomaron el nombre de Racimo de Oro en el año 2003. 
La Gala tiene merecida fama de ser de las más bonitas y concurridas de la Comunidad de Madrid. Se cuidan con primor todos los detalles. Merece destacarse la perfecta organización que corre a cargo del muy taurino Ayuntamiento de Cadalso de los Vidrios y cuenta con la colaboración desinteresada de aficionados de la localidad y el apoyo incondicional y entusiasta de los fotógrafos cadalseños, del técnico de sonido, Isidro, de la Asociación Taurina Cultural "Cadalso" y el prestigioso Jurado de los mencionados Galardones, con su discreto presidente, José Luis Acuña Reig, al frente.
La sala de actos rebosará de espectadores que asisten con un respeto y atención sobresalientes. Al finalizar se obsequia a los asistentes con unos pinchos primorosamente preparados por distintos establecimientos hosteleros cadalseños, acompañados de cervezas además de regados generosamente con los prestigiosos caldos elaborados en las bodegas cadalseñas, las cuales cuentan con fama internacional. En marzo tendrá lugar la Feria del Vino de Cadalso, "Cadalvín", que en su día ideó el viticultor cadalseño, Luis Alberto Ayuso. Existen sobrados motivos para pasar una grata tarde-noche en sábado en Cadalso de los Vidrios.
Para ponerse en situación, aquellos que se desplacen a nuestro pueblo no olviden, por favor, sintonizar Radio Cadalso (107.6 FM), a las 19:00h, allí tendrán ustedes el placer inigualable de deleitarse escuchando uno de los mejores programas de música clásica de la radiodifusión española, "Clásicos al Atardecer". Clásicos de culto, dirigidos y presentados por el el melómano y erudito en la materia, Baltasar Villarín Conde, cadalseño de pura cepa. 
Cadalso es refugio de artistas que se funden con su Naturaleza que les invita a crear.

Miguel Moreno González


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miércoles, 13 de febrero de 2019

el macho...

Hace ahora años que publiqué este pequeño homenaje a los mulos y mulas de Cadalso y de toda España y lo vamos a recordar...
Merece la pena que dediquemos algunas líneas a recordar a estos magníficos animales que desde hace algunos años han desaparecido tristemente de la estampa de nuestro querido pueblo. 
 
Valga como pequeño homenaje a
nuestras queridas caballerías....

El mulo y la mula...
 Bestia, este es el nombre con el que se denominaba a estos animales que se utilizaban para el campo. Este animal es mezcla de burro y yegua o caballo y burra, utilizados en las labores del campo, como animal de carga y transporte, cuando no había coches.


uno de nuestros últimos Mohicanos..." Salu "

 y otro el Patriarca " Rufino "...

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Aquellas caballerías de Antaño....

En mi particular viaje al pasado, descubro, entre las fotos descoloridas y agrietadas de mis recuerdos, a un protagonista de aquellos tiempos en el pueblo, fuera burro o burra, yegua o caballo, mula o mulo : la caballería. Indispensable para el labrador de entonces. Su número y raza marcaban la riqueza de la casa pero lo corriente era tener uno de aquellos “machos”, un mulo romo mezcla de yegua y burro, con los que crecí y del que irá el presente relato.
Parece como si fuera ayer, cuando las veía desfilar ante nuestra puerta en interminable hileras cargados de mil cachivaches y cosechas. A su grupa, caras de las que aún oigo los saludos y me traían nuevas. Aún las diviso, entre los largos caminos y empinadas cuestas de aquella serranía y a donde de críos nos mandaban a recoger sus excrementos con los que engrosar el adobe para las plantas..
Era, primero de todo, el vehículo que se movía muy bien en todos los terrenos, fueran piedras, monte, sendas y baches y al que porfiábamos por montarnos la chiquillería arrimándolo a una horma o poyete para poder subirnos. Si iba cargado y no podíamos nos cogíamos del rabo para que tirar de nosotros en la cuesta arriba.
Mi primer viaje largo, fuera del pueblo, unos raticos a pie y otras montado en él, lo hice. Como anécdota de su importante papel en aquellos días les cuento que a mi padre se le dio un mulo y un cerezo a punto que tuvo que cosechar e ir a kilómetros a venderlas para sacar algo con lo que irse de viaje de novios.
En su andar lento y repiqueteo del hierro con el empedrado escuché mil historias de guerra, mili y aventuras de mis mayores. Sus vaivenes fueron la cuna para preguntarles por otros mundos y dar rienda suelta a ensoñaciones futuras.
Entre todos era al primero que se le daba de comer ;el aparejarlo resultaba todo un ritual que anunciaba la inminente salida. A la llegada al campo quedaba atado durante horas, paciente como ninguno aunque lo oyéramos relinchar barruntando cualquier cosa o haciendo hoyos. Sufridor como nadie por las muchas moscas y tábanos que le acudían.
Ni frío, ni calor ni aire. A veces, hay que decirlo, se escapaba corriendo y dando soplidos sin importarle siquiera el echarte a tierra y esparcir carga y aparejos por doquier. Había que ir detrás y maldecirle. Sólo cuando se cansaba dejaba de ser rebelde y volvía al redil entre sofocos y estropicios varios. Tras la jornada nos llevaría de vuelta a casa; viaje que se aprovechaba para acarrear algo: un poco de leña, hierba para los conejos…
Pero sobre todo, era el animal de carga y ayudante indispensable y fiel en las innumerables faenas: labrar (tanto, que hasta la medida agraria tradicional eran los días de ídem); transportar mil y una cosa o trillar ( donde ni las vueltas le mareaban como sabiendo lo importante que era y eso, que para él sólo guardábamos la paja); maestro en el arrastre ( forzudos como ninguno y tan afamados como aquellos madereros de antaño); tantas y tantas arduas tareas.
 El saber llevarlo, labrar con él y cargarlo, era todo un arte entre nudos y mejor aguante. Ante el mucho trabajo se acudía al “apareo” que implicaba el juntarlo a otros pues sus dueños habían acordado el juntar brazos y bestias para ayudarse mutuamente ante faenas que corrían prisa.
Hasta la casa se adaptaba a él: Puerta principal de 2 hojas para poder entrar y salir cargado, cuadra con su pesebre y muchas veces escarbada en la roca de aquellas edificaciones moras; con su pajar encima, donde guardar su comida. Por él y para él también nos tocaba trabajar de lo lindo: cosechábamos una alfalfa que había que segar, secar, y almacenarla para que el señorcito tuviera algo que llevarse a la boca. Aún le veo mascándola y dando lengüetazos, de vez en cuando, a la piedra de sal que nunca , tampoco, le faltaba.
Y es que hasta las cosechas tenían su categoría y clase. Lo mejor era para la venta y sólo el “destrío” (lo que no querían, de segunda o estropeado) quedaba en la casa . Cebada y maíz del terreno para él, que el trigo y maíz americano era para sacar pesetas. Había que “sacar el estiércol” (cambiarle la cama); asearlo o lavarlo en el río ( increíble resultaba ver cómo nadaba ; llevarlo al abrevadero (se relamía si la fuente era “salobre”); o a que lo herraran. Inolvidable aquella olor a casco quemado y el oír el martilleo en el yunque arreglando las herraduras una y otra vez.
Encontrar una, indica tener suerte, que viene a explicarse cuando en aquella época bien se cuidaba el amo de no perder tal tesoro y raro tenía que ser el dar con una abandonada.
Otros animales compartían espacios y vida; manso él, se dejaba, pero en ocasiones con un par de coces o el intentar morder, venía a reclamar que era el rey de los animales en la casa. Varias caras, tipos y nombres acuden a mi recuerdo, entre voces de mando y onomatopeyas varias: “arre, so, quieto…” Grandes en las fiestas donde el ir montados en su lomo, a lo clásico o a la grupa, era todo un rito y el cortejar a la dama. Iba engalanado y con sus mejores arneses y hasta tenían la suya propia: la fiesta de San Antón .con sus carreras e intentar ganar la “Toya” Por encima de cucañas, circos y feriantes sus éxitos o fracasos corrían de boca en boca. Laureles para sus amos que hinchaban el porte y él que se relamía con su ración doble. La mejor calle del pueblo aún se conoce por la Carrera; es la sabiduría popular que gana una y otra vez a las placas de turno oficiales y no digamos las escaleras que aún existen en sus cuestas hechas, inventadas a fin de que no se resbalasen.
Si enfermaba era todo un drama. Había que recurrir a potingues y cremas o llamar al curandero. Ojo con las patas, verdadero talón de Aquiles, o terminaría malvendido para carne por cuatro reales. Si moría, era todo un drama con desfile de pésames como si de un entierro se tratara, hasta el Muladar, lugar maldito en los sueños de mi infancia.

¿Y qué decirles de sus aparejos y trastos que hoy están en algún rincón olvidado o que algún amante de lo rural expone? Son un gran número de vocablos locales ya en desuso: “serón, albarda, baras, cabezá, cincha, orejeras, alportaderas, samugas, baras…” No cabe tampoco olvidar a los ilustres artesanos y personajes : Guarnicionero, albardero, seronero, herrero, arriero, tratante..

Los tractores fueron, en silencio, librándoles de las grandes tareas, al tiempo que lo postergaban. Aparecieron los primeros motocultores que ruidosos y quejosos como una mula, a más de uno también desmontaban.
El sabio pueblo, con justo merecimiento, vino a nombrarles “mulas mecánicas”. El campo se mecanizaba.
 
Se habían hecho viejos hombres y caballerías pero aún iban y venían en espera de que les jubilaran. Uno de aquellos trastos mecánicos acabó, por accidente, con nuestro macho ¡Seguro que en la gloria, aún hará los caminos junto a mi difunto padre! 

Vaya por ellos, en justo homenaje, estas palabras...

Francisco Torralba Lopez
de Cosas de antaño... 

 . . . . . . . .
P.D.
 En nuestro vecino Cenicientos quedan muchas caballerías que a día de hoy trabajan como antaño en las labores del campo quiza por la dificultad del terreno o por mantener tradiciones...
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