El menú del día más bestia de España se encuentra en un pueblecito de Asturias:
Seis platos,
tres postres,
café y chupito...
Callezuela es un pueblín de Asturias que tiene 89 habitantes y un bar
en el número 16, cerca de la iglesia, que aspira a convertirse en
leyenda. Algo así como La Meca patria del plato de cuchara.
El Olimpo de los Dioses para los amantes de la cocina tradicional. En
el cartel que debería anunciar el clásico menú se puede leer: "Hoy tenemos lo de todos los días".
Y "lo de todos los días" en La Tenada, el restaurante que regenta
Isabel Alonso desde 1981, es el menú más descomunal que se puede
encontrar a lo largo y ancho de la geografía española: seis platos fijos, tres postres, café y chupitos. Nada de "degustación". Un todo en el que no ha lugar a la elección. Un festival del perolo al centro hecho sólo para valientes. A dolor. Hasta reventar. "Y un vinín de criancina muy rico", apunta la cocinera. "Y pan".
Así,
todos los días -"salvo los lunes, que cerramos"-, Isabel sirve a sus
comensales un menú del día integrado por: 1) pote de berzas acompañado
de compango casero (chorizo, morcilla, lacón y tocino), 2) lomo casero
con huevos de aldea y patatas, 3) cazuela de picadillo, 4) callos
asturianos, 5) cordero lechal y 6) ternera guisada. De postre, queso de
La Peral (azul) con membrillo, tarta de frixuelos con arroz con leche o
tarta helada -"aquí sí damos a elegir, aunque si viene un grupo grande
saco los tres directamente"-. Si aún consigues respirar y que el
ombligo no se haya salido de su órbita, la faena se remata con un café
de puchero y el orujo de la casa. Su precio: 22,50 euros.
- ¿Y con eso cubrís los gastos para tal cantidad de comida?
-
Y tanto, hijo. El truco es que aquí lo hacemos todo, desde pochar la
cebolla hasta los callos. La materia prima es de la tierra y no tenemos
complicaciones de carta.
En un país en el que el menú del día es considerado como la tercera división de la gastronomía, siendo marginado de las guías más célebres, La Tenada es una de esas raras avis que resiste la invasión del plato cuadrado.
Un bar español de los de toda la vida, con sus manteles de papel y sus
bancos de madera en la terraza, que entiende la cosa del yantar de una
manera cuantiosa y generosa. Sin escatimar.
La clave para hacer frente a semejante desafío gastronómico, según cuenta su cocinera, reside en el momento en que uno termina el plato estrella, el pote de berzas. "A la gente le suele gustar mucho, y si repiten, la fastidian". No hay manera humana de afrontar los siguientes. "Nosotros vamos sacando las cosas en orden y solemos preguntar, sobre todo en las mesas más pequeñas: '¿Os quedáis aquí o termináis? Si nos dicen que 'hasta aquí', pues hasta aquí. Y solemos hacer un descuentillo", asegura Isabel.
Hace
ya algunos años que en una de las paredes de este chigre luce
esplendoroso el certificado de excelencia que TripAdvisor otorga a los
locales que reciben "constantemente opiniones excepcionales de los viajeros".
Esto es "al menos un cuatro sobre cinco". Un simple 'paseo' por los
comentarios sobre este restaurante en la web confirman la hipótesis
inicial.
Diego306: "A morir en el intento. Este sitio es un reto. Imposible acabarse todo lo que te ponen. Tremendamente bueno y abundante."
Fidel_Ocampo:
"Buen trato y muy buena comida. Imposible acabar todo, menú sin opción
ya que como indica a la puerta: 'Menú, el de todos los días'."
Anabele07:
"Restaurante tradicional con un menú cerrado. [...] Es mucha comida por
un precio muy bueno. Sales rodando si eres capaz de comértelo todo."
En Forocoches, donde La Tenada apareció en un post hace sólo una semana, ha sido bautizado como el "menú más bestia" del país y la sorna de los shurmanos en su hilo ha dado para más de 1200 comentarios. Entre ellos, algunos en los que piden a Isabel que termine de rizar el rizo: "Y de beber: cachopo".
Una antigua cuadra que visitó la Reina...
Pese al auge del lugar, La
Tenada nació hace 35 años fruto de la "inexperiencia". La antigua
cuadra de la familia Alonso se tiró abajo e Isabel, con 24 años, se
metió tras la barra y los fogones de lo que en un principio iba a ser un
bar de pueblo. "No tenía ni idea de lo que era cocinar ni llevar un bar, que si lo llego a saber...", comenta esta integrante del Club de las Guisanderas.
Por
aquel entonces acudían al establecimiento caminantes y gente del pueblo
que querían disfrutar de un buen plato de comida casera. "Empezamos con
el pote de berzas, los callos y el cordero. Todo de guiso". Sin
embargo, pronto se dieron cuenta de que para contentar a los clientes había que poner "alguna cosina más".
"Estaba yo sola en la cocina. Unos te pedían una cosa y otros, otra.
Así que para no armar mucho jaleo hice tabla rasa". Tras los primeros
años calibrando a la parroquia, esta asturiana lanzó el menú de seis
platos que aún hoy mantiene y que le ha valido para convertirse en casi
un lugar de peregrinación gracias a una técnica tan antigua como
infalible: el boca a boca.
- ¿Pero por Illas pasan los peregrinos del Camino de Santiago? ¿Es un lugar de paso?
- ¡No, no, no, no, no! Ni el de Santiago ni el de Santiaga. A Illas hay que venir por algo.
Ese "por algo" que consiguió llevar a la por entonces Princesa Letizia a Callezuela fue el menú del día de La Tenada. "Se presentó ella, que no conocía el pueblo, junto con 14 personas más. Muy amable. Le pusimos el perolo encima de la mesa, como a todo el mundo, y comieron muy bien", cuenta ufana.
Fue el empujón definitivo para un bar que, para más inri, es la sede y el lugar de reunión habitual de la Cofradía del Colesterol de
Avilés. Una asociación cultural gastronómica que comenzó hace 12 años
al calor de un pote de berzas y que en la actualidad se dedica a
potenciar los productos y la cocina asturiana en favor del "colesterol
bueno".
"Nuestra mayor satisfacción es que usted quede satisfecho", reza la sencilla y vetusta web de La Tenada.
-
Satisfechos, lo que viene a ser satisfechos, entiendo, Isabel, que
deben quedar los clientes. Pero, de verdad, ¿la gente es capaz de
acabárselo todo?
- ¡Anda! ¡Y de repetir si cuadra!
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