A DAMIÁN GIL… FOTÓGRAFO DE NUESTRA ALMA CADALSEÑA
Damián Gil
captaba la vida y plasmaba los sentimientos que habitan en ella. Congelaba para
siempre el amor en sus imágenes. Damián Gil seguirá acariciando nuestra mirada
cada vez que observemos sus fotos.
Él guardaba ternura en su corazón para
transmitírnosla instantáneamente. Damián Gil inmortalizaba la belleza del mundo
en las sonrisas que brotaban de su cámara y nos alegraba nuestra tristeza
cuando nos enseñaba las instantáneas que nos sacaba. Damián Gil poseía la
capacidad de actualizar el futuro retratando el pasado.
Damián Gil
no fotografiaba: nos mostraba las emociones de la vida porque hacía fotos con
la cámara apoyada en el corazón. Damián Gil nos descifraba el misterio de
nuestras almas con esa belleza que atrapaba con su luz. Damián no soñaba,
fabricaba nuestros sueños con su objetivo.
Damián Gil siempre fue imaginación y
en esa ilusión me recluyo para reconstruir mi realidad. Desde hoy mi memoria ya
no guarda recuerdos, guarda las amorosas fotografías de Damián Gil.
Muchas gracias, Damián, porque me enseñaste a
mirar con amor mostrándome con tus retratos la realidad que yo no veía. Y es
que, Damián, no tirabas fotos… las creabas.
Miguel MORENO GONZÁLEZ
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