miércoles, 16 de junio de 2010

Rincón de Karras...


EL PINO GORDO DE IRUELAS

Nos adentramos en los dominios del buitre negro para llegar hasta el Señor del Valle. La intensa llovizna que desde anoche nos acompaña convierte nuestro fácil camino en taludes resbaladizos con lo que nos vemos obligados a extremar las precauciones A nuestro paso se asoman sorprendidos venerables ancianos de más de 25 metros de altura. La continua lucha por la luz hace crecer desmesuradamente a estos habitantes del bosque, alguno de ellos refleja en sus primeros metros heridas pasadas que cuentan su historia, su vida.


A nuestra izquierda dentro del arroyo de la Yedra cientos de ninfas traviesas delatan su presencia por medio de reflejos en el agua, ora corriendo, ora jugando, ora?.. escondiéndose de nosotros.
Apresuramos el paso pues negras noticias nos han llegado del entorno, la salud del Rey del Bosque es precaria, se baraja la teoría de que la anterior sequía del periodo estival lo ha dañado seriamente. Los más antiguos cuidadores nos aseguran que sólo han visto en una ocasión secarse completamente el arroyo, esta sería la segunda. Esta circunstancia a afectado seriamente al Padre Árbol y se teme el peor desenlace (abuelito ¿donde van los árboles cuando mueren?, ¿Donde dormirán ahora las hadas?) .


Llegamos andando habiendo dejado lejos el transporte como corresponde al respeto que se merecen los moradores del valle, y antes de darnos cuenta estamos alrededor de nuestro destino por que su enorme tamaño unido a la guardía de castaños, robles , otros pinos y enormes plantas nos han impedido hasta ahora tener una visión de lejos y admiramos su inmensidad desde apenas diez metros de distancia. El dueño de los arroyos con sus 36m de altura y casi 6 de circunferencia tiene un tamaño de 82 m cúbicos y una edad de 400 años.


Él con la cercanía cierta del Pico del Mirlo crecía ajeno a los asuntos humanos tan incomprensibles, tan vanales, como si hubiese otra cosa más importante que la supervivencia diaria, viviendo cada segundo como si no se diese un mañana y pasando inadvertido entre el verde acompañamiento de su morada.



Quien sabe si sus días están contados. Nosotros hemos observado unas ramillas con aciculas nuevas que despiertan con un ímpetu desesperado nuestra esperanza en cualquier caso poco podemos hacer si Él ha decidido descansar.



Sólo abrazarle, sólo poner la palma de nuestra mano en su tronco y emitir un plegaria:

DE MI CORAZÓN A TU CORAZÓN:
TE DESEO PAZ Y LARGA VIDA.


Un saludo Karras.

2 comentarios:

  1. Hermoso ejemplar! abrazar los árboles transmite serenidad y renueva energías.

    A ver cuando te animas y creas tu propio espacio. Tienes mucho, y bello, que compartir.

    Te dejo un beso.

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  2. El Pino Gordo d Iruelas sigue vivo? estamos en junio 2013

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