jueves, 23 de febrero de 2017

carnavales...

 Recordando los Carnavales... 



CARNAVALES CADALSEÑOS


       Los Carnavales de Cadalso son de rancia tradición y abolengo, se vienen celebrando sin interrupción desde hace cientos de años, en el franquismo se prohibieron en España pero Cadalso continuó festejándolos.
En su género posiblemente sean únicos en España y su espíritu anida en lo más íntimo de cada cadalseño. Intentaré someramente en estas líneas explicar como es nuestro carnaval. Muchos de estos datos figuran en el magnífico libro "Cadalso de los Vidrios, nuestro pueblo", que pide una nueva edición actualizada para acercar la historia, las costumbres y el folclore de Cadalso a las nuevas generaciones.



 La parte religiosa del carnaval está representada por la Cofradía de las Benditas Ánimas que tiene cuatro insignias como distintivos. 

A saber: los Cordones, la Bandera negra y amarilla, el Cuadro de las Benditas Ánimas y el Bastón de Caña. Estas insignias son portadas anualmente por tres hermanos de la Cofradía llamados Capitanes, a las que se han ofrecido con anterioridad, o en caso contrario la que les corresponda por sorteo. Cada uno de ellos va acompañado por dos soldados; éstos, a su vez


llevan unas gorras de tipo militar y unas bandas de color negro y amarillo cruzándoles el pecho y la espalda, la banda cambia de color cuando los actos son fuera de la iglesia; además los soldados portan un chuzo y una hucha. Durante las mañanas del domingo, lunes y martes de carnaval salen todos por las calles del pueblo,

acompañados por el tambor y la gaita y la chiquillería, pidiendo ánimas casa por casa; consiste esto en un donativo que los vecinos ofrecen en metálico. Una vez hecho el recorrido matutino, el tambor y la gaita acompañan a los Capitanes a sus casas, con cada Capitán se quedan dos soldados a comer.
Terminado el almuerzo, pasan de nuevo a recogerlos el tambor y la gaita y todos formados marchan a la plaza del pueblo (hoy, La Corredera), donde se inicia el revoloteo de la bandera. Los mozos comienzan a hacer filigranas con las banderas al son de la música. 




Cuando termina cada pieza abonan al respectivo Capitán la voluntad y éste pronuncia la palabra "¡Ánimas!".

En el Cajón de Ánimas siempre se almacenan las cosas que voluntariamente los vecinos del pueblo ya han regalado para subastarlas. Todos tienen la denominación de el ramo, y si alguna de ellas durante la subasta no sube de valor, es adjudicada automáticamente a la persona que lo obsequió en su valor primitivo.



       Todos los actos se inician la noche del viernes anterior al domingo "Gordo". Sale el tambor y la gaita con uno de los servidores invitando a todos los vecinos del pueblo a la caza de devotos del sábado, echando un pregón que dice: "A la caza, caza de devotos; de las Benditas Ánimas; el que tenga devoción; que corra al Cristo de la Sangre". El sábado por la mañana se distribuye la cacería en grupos al mando de los cuales va un Capitán. A primeras horas de la tarde vuelven los cazadores con las piezas cobradas y preparan comida para todo aquel que les acompañe en fraternal camaradería festiva. Atardeciendo, a la caza obtenida se le pone un precio inicial, siendo misión de los rifadores hacer subasta pública (actualmente se celebra en el Bar-Hostal Casa Cañardo), al finalizar la misma el dinero recogido se le entrega al tesorero de la Cofradía.




       La parte cívica cuenta las noches del sábado y domingo, con animados bailes de máscaras que tienen lugar en La Corredera, convenientemente cubierta con una gran carpa que junto a una potente calefacción palían los rigores de febrero.
El domingo "Gordo" se celebra un divertido desfile de comparsas en la mencionada plaza con premios para las mejores. El fin del carnaval se abrocha con el entierro de la sardina y el clásico y típico Redondón que se solemniza en una explanada cercana al Palacio. Todo el pueblo come sardinas, bebe vino y baila al compás de la Banda Municipal.



       Sólo me resta animar a residentes y, sobre todo, a los foráneos a participar y disfrutar de la alegría y hospitalidad con las que Cadalso siempre acoge a sus visitantes. ¡No os lo perdáis!

  
           
Miguel-Moreno-González 

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Recordando los Carnavales... 



CARNAVALES CADALSEÑOS


       Los Carnavales de Cadalso son de rancia tradición y abolengo, se vienen celebrando sin interrupción desde hace cientos de años, en el franquismo se prohibieron en España pero Cadalso continuó festejándolos.
En su género posiblemente sean únicos en España y su espíritu anida en lo más íntimo de cada cadalseño. Intentaré someramente en estas líneas explicar como es nuestro carnaval. Muchos de estos datos figuran en el magnífico libro "Cadalso de los Vidrios, nuestro pueblo", que pide una nueva edición actualizada para acercar la historia, las costumbres y el folclore de Cadalso a las nuevas generaciones.



 La parte religiosa del carnaval está representada por la Cofradía de las Benditas Ánimas que tiene cuatro insignias como distintivos. 

A saber: los Cordones, la Bandera negra y amarilla, el Cuadro de las Benditas Ánimas y el Bastón de Caña. Estas insignias son portadas anualmente por tres hermanos de la Cofradía llamados Capitanes, a las que se han ofrecido con anterioridad, o en caso contrario la que les corresponda por sorteo. Cada uno de ellos va acompañado por dos soldados; éstos, a su vez


llevan unas gorras de tipo militar y unas bandas de color negro y amarillo cruzándoles el pecho y la espalda, la banda cambia de color cuando los actos son fuera de la iglesia; además los soldados portan un chuzo y una hucha. Durante las mañanas del domingo, lunes y martes de carnaval salen todos por las calles del pueblo,

acompañados por el tambor y la gaita y la chiquillería, pidiendo ánimas casa por casa; consiste esto en un donativo que los vecinos ofrecen en metálico. Una vez hecho el recorrido matutino, el tambor y la gaita acompañan a los Capitanes a sus casas, con cada Capitán se quedan dos soldados a comer.
Terminado el almuerzo, pasan de nuevo a recogerlos el tambor y la gaita y todos formados marchan a la plaza del pueblo (hoy, La Corredera), donde se inicia el revoloteo de la bandera. Los mozos comienzan a hacer filigranas con las banderas al son de la música. 




Cuando termina cada pieza abonan al respectivo Capitán la voluntad y éste pronuncia la palabra "¡Ánimas!".

En el Cajón de Ánimas siempre se almacenan las cosas que voluntariamente los vecinos del pueblo ya han regalado para subastarlas. Todos tienen la denominación de el ramo, y si alguna de ellas durante la subasta no sube de valor, es adjudicada automáticamente a la persona que lo obsequió en su valor primitivo.



       Todos los actos se inician la noche del viernes anterior al domingo "Gordo". Sale el tambor y la gaita con uno de los servidores invitando a todos los vecinos del pueblo a la caza de devotos del sábado, echando un pregón que dice: "A la caza, caza de devotos; de las Benditas Ánimas; el que tenga devoción; que corra al Cristo de la Sangre". El sábado por la mañana se distribuye la cacería en grupos al mando de los cuales va un Capitán. A primeras horas de la tarde vuelven los cazadores con las piezas cobradas y preparan comida para todo aquel que les acompañe en fraternal camaradería festiva. Atardeciendo, a la caza obtenida se le pone un precio inicial, siendo misión de los rifadores hacer subasta pública (actualmente se celebra en el Bar-Hostal Casa Cañardo), al finalizar la misma el dinero recogido se le entrega al tesorero de la Cofradía.




       La parte cívica cuenta las noches del sábado y domingo, con animados bailes de máscaras que tienen lugar en La Corredera, convenientemente cubierta con una gran carpa que junto a una potente calefacción palían los rigores de febrero.
El domingo "Gordo" se celebra un divertido desfile de comparsas en la mencionada plaza con premios para las mejores. El fin del carnaval se abrocha con el entierro de la sardina y el clásico y típico Redondón que se solemniza en una explanada cercana al Palacio. Todo el pueblo come sardinas, bebe vino y baila al compás de la Banda Municipal.



       Sólo me resta animar a residentes y, sobre todo, a los foráneos a participar y disfrutar de la alegría y hospitalidad con las que Cadalso siempre acoge a sus visitantes. ¡No os lo perdáis!

  
           
Miguel-Moreno-González 

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3 comentarios:

  1. Originales a más no poder estos cadalseños.
    Isabel

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  2. Muy bien resumido
    Álvaro

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  3. Ser fieles a algo siempre es bonito.. a las personas, a las ideas, a las tradiciones.. Te felicito..

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