miércoles, 30 de junio de 2010

Cualquier sitio es bueno para montar la casa ...


Una pareja de Mirlos ha construido su nido
en un sitio curioso
un buen ejemplo de reciclaje en la naturaleza..
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Su hábitat es muy variado, ya que es un ave que puede verse en todo tipo de bosques, zonas de cultivo y jardines. Es una especie que vive cerca del hombre. Es frecuente en zonas urbanas y parques dentro de las ciudades. Se ha comprobado que mientras las especies urbanas son muy tolerantes con la presencia humana, los mirlos de nuestros montes y campos son muy esquivos al hombre.
Para alimentarse suele desplazarse por el suelo en busca de lombrices y pequeños insectos. En invierno se alimenta de frutos y bayas.
Por lo demás, el mirlo canta con mayor brío en los días de llovizna y en los crepúsculos matutino y vespertino.

En este caso el Mirlo ha elegido un nido muy peculiar en un solitaria casa de campo....

Curiosidades del Mirlo...
La pareja de mirlos ocupa un territorio durante la época de cría, no tolerando en él la presencia de ningún otro mirlo. El que no lo abandona es agredido y expulsado. Los machos que pelean están tan obcecados que pierden la noción de la realidad que los rodea, y con la mano se pueden coger con facilidad. Más de una vez ha ocurrido que aparece un azor y se los lleva a los dos. También en los silos de forraje el mirlo tiene un comportamiento pendenciero hasta poner en claro cuál es el pájaro dominante. En ocasiones se agota luchando contra su imagen que él ha advertido en un espejo, en un cristal o sobre el tapacubos cromado de la rueda de un coche.


este ha construido su casa en un viejo farol en desuso...
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Nidos de Mirlos...
El nido tiene forma de taza, recubre su interior con una capa de tierra y el exterior con una de tallos. Más de un ama de casa ha visto cómo un mirlo (para construir su nido) cogía la tierra húmeda de los tiestos de flores recién regados. El nido suele situarse bajo, visible, como al azar, sin protección alguna en pinos pequeños, en balcones, entre jardineras o bajo el techo de un invernadero.

Normalmente incuba la hembra en solitario los 3 a 6 huevos de cada puesta; el macho la releva raras veces. La incubación dura de 11 a 14 días. Los polluelos permanecen en el nido unos 12 ó 13 días, abandonándolo cuando apenas pueden volar. Durante otros 14 días siguen suplicando comida con gritos estridentes. Hacen dos o tres puestas al año.

es curioso el comportamiento de los animales en la naturaleza ...

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