domingo, 19 de enero de 2014

Hoy hace dos años publiqué este artículo...



PEDRO “CHIQUEROS” 
(IN MEMORIAM)

Alguna vez, previo a comenzar el festejo, cuando me veía merodeando cerca de la plaza de toros, solía invitarme a contemplar alguno de los animales enchiquerados antes de saltar al ruedo. Casi siempre era porque uno de ellos le había llamado poderosamente la atención -acaso por su especial conformación física- y quería mostrármelo. Siempre aprovechaba para hacerme partícipe de alguna de sus múltiples anécdotas vividas entre ruidos de puertas, bufidos de toros y exclamaciones sorprendidas de toreros mientras que él, incansable, demandaba "¡silencio!", para "evitar que los toros se pusieran nerviosos y se lastimaran, que son muy inquietos y hay que tratarlos con armonía…", decía. Un mediodía de principios de septiembre, en la puerta del Ayuntamiento, le entregué la foto de una verónica maravillosa de Rafael de Paula, acompañada de un texto mío. “Para Pedro, con armonía…”, le puse en la dedicatoria.

En noviembre del 2010 le vi aparecer tocado con un elegante sombrero -físicamente muy desmejorado- en los coloquios taurinos que se celebraban en el Hogar del Pensionista de Cadalso. No sabía nada de su dolencia y en un momento me puso al corriente con parecido temple y naturalidad a como le gustaba enchiquerar a los morlacos. El toro siempre era para él el Rey de la Fiesta y como tal había que tratarle: sin brusquedad, sin aspavientos, sin gritos... Sólo serenidad, mucha serenidad y hablarles con cariño, mucho cariño. Y tanta ternura ponía en esos menesteres que una tarde llena de sol, estando solos en los corrales, para tranquilizar a un bonito novillo cárdeno claro, se dirigió a él con tanta dulzura que el bicho levantó la cabeza mirándole fijamente complaciéndose en sus susurros. Como estaba en la otra punta y no le oía bien, el animal se acercó sigiloso debajo de nosotros moviendo agradecido su testa. "Es que ellos agradecen estos detalles", me dijo complacido, al tiempo que se inclinaba para acariciar su testuz...

Pedro Corral: ¡Qué huérfanos de caricias se quedarán los toros en Cadalso y qué desamparados se quedan ya tus amigos cadalseños!


Miguel MORENO GONZÁLEZ

1 comentario:

  1. ¡Dos años ya! Todo pasa y ninguno quedaremos pero es de agradecer tu detalle, Carlos, que nos ayuda a ser más humanos.

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