Todos hemos quedado cautivados alguna vez por los colores del otoño. Pero,
¿por qué las hojas de los árboles cambian de color? ¿De dónde vienen estos
amarillos, naranjas y rojos embriagadores? Para responder a estas preguntas,
primero hace falta entender qué son las hojas y qué hacen.
¿Qué son las hojas?
Las hojas son fábricas de alimento de la naturaleza. Las plantas cogen agua
del suelo a través de las raíces, dióxido de carbono del aire a través de los
poros de las hojas, y usando la luz solar como energía, fabrican glucosa a
partir de estos componentes. La glucosa es un tipo de azúcar que las plantas
usan como alimento, para producir energía química y como bloque constructor de
sus estructuras.
La manera como las plantas convierten el agua y el dióxido de carbono en
glucosa se denomina fotosíntesis, palabra que significa "unir con la luz". Este
proceso tiene lugar fundamentalmente en las hojas, gracias a una molécula
denominada clorofila. La clorofila es verde, y es la responsable del color verde
de las plantas. Los animales no pueden hacer la fotosíntesis, por esto deben
comer plantas (o de otros animales que hayan comido plantas) para obtener
glucosa...
Los árboles se preparan para el invierno
Cuando el verano acaba y llega el otoño, los días se hacen cada vez más
cortos y la luz es cada vez menos intensa. Esta es la manera con la cual los
árboles "saben" que se deben preparar para el invierno.
En invierno no hay
la suficiente luz o agua como para hacer la fotosíntesis. Los árboles
descansarán y vivirán con el alimento que almacenaron durante el verano. Así, en
otoño empiezan a cerrar sus fábricas de comida. La [[clorofila]] de las hojas
desaparece y, poco a poco, a medida que su color verde se desvanece, empezamos a
ver colores naranjas y amarillos. Estos colores ya existían durante el verano,
pero no los podíamos ver porque quedaban cubiertos por el verde de la clorofila.
¿Y los otros colores? Los rojos brillantes y los lilas corresponden a sustancias
fabricadas exclusivamente en otoño. En algunos árboles, como los [[Arce|arces]],
la glucosa queda atrapada en las hojas cuando la fotosíntesis se para. La luz
del Sol y las noches frías del otoño hacen que la glucosa se vuelva roja. El
marrón que aparece en las hojas de algunos árboles, como los [[Roble|robles]],
proviene de productos de deshecho que se acumulan en las hojas.
Un espectáculo de colores
Amarillos y naranjas ocultos ...
Bajo el verde de la clorofila, los primeros colores del otoño han ido
esperando todo el verano para hacerse visibles. Los amarillos y los naranjas que
desvelan las hojas cuando la clorofila se desvanece provienen de las xantofilas
y los carotenos, sustancias que también participan en la fotosíntesis
absorbiendo la luz que la clorofila no puede absorber, y que además tienen una
función protectora antioxidante.
Son pigmentos muy comunes que también encontramos en las flores y en muchos
alimentos, como las zanahorias, los plátanos y la yema de los huevos.
Rojos intensos ...
Los colores rojos y lilas provienen de las antocianinas. Estas
moléculas son potentes antioxidantes comunes en muchas plantas, como las
acelgas, las manzanas rojas, la uva lila (y el vino tinto) y flores como las
violetas y los jacintos. En algunas hojas, como las de los arces, estos
pigmentos son producidos en otoño a partir de la glucosa atrapada en su
interior. ¿Por qué un árbol invierte energía al producir estos pigmentos si las
hojas están a punto de caer? Algunos científicos piensan que las antocianinas
ayudan a los árboles a conservar las hojas un poco más.
Los pigmentos protegen las hojas del Sol y reducen su punto de congelación,
dándoles protección ante el frío. Las hojas permanecen más tiempo en el árbol y
así los azúcares, el nitrógeno y otras sustancias valiosas pueden ser evacuados
antes de que la hoja caiga. Otro posible motivo es la eliminación de
competidores: cuando las hojas caen, las antocianinas impregnan el suelo e
impiden que otras especies de plantas crezcan en la primavera.
Marrones cálidos ...
Los marrones provienen del tanino, un producto de deshecho de sabor amargo.
Los taninos son sustancias astringentes, muy abundantes en la naturaleza,
presentes en muchos tejidos vegetales, que son empleados, especialmente, en
adobería por su capacidad de convertir la piel de los animales en cuero. También
son muy abundantes en las hojas del té, al cual otorgan su sabor.
Nosotros en Cadalso tenemos un buen ejemplo de color otoñal con las hojas de las cepas al llegar esta estación....
¿Cómo conseguir los colores más espectaculares?
Los colores más intensos aparecen cuando el final del verano es seco y el otoño trae días soleados y noches frescas (por debajo de 5ºC). Entonces los árboles producen muchas antocianinas. Un otoño con días nublados y noches cálidas produce colores apagados. Y una helada precoz acaba con el espectáculo de colores.Árboles perennifolios y caducifolios
Todos los árboles, a medida que crecen, van renovando sus hojas
continuamente: se desprenden de las hojas viejas y producen de nuevas. Esto es
muy importante porque las hojas se van estropeando a causa de los insectos, las
enfermedades, el tiempo meteorológico... En añadido, los árboles
[[Caducifolio|caducifolios]], como los robles, los olmos, los plataneros (como los de la corredera en la terraza de los López), etc.
se desprenden de todas sus hojas para prepararse para el invierno. Los árboles
perennifolios, en cambio, conservan la mayoría durante el invierno. Las suyas
son hojas especiales, resistentes al frío y a la pérdida de humedad. Algunos
árboles como los pinos y los abetos, tienen hojas como agujas. Otros, como la
encina, las tienen anchas y recubiertas de ceras; los días más fríos y secos
estas hojas se encorvan para reducir la superficie expuesta. Los árboles
[[Perennifolio|perennifolios]] continúan realizando la fotosíntesis durante el
invierno, pero las reacciones son más lentas debido a las bajas temperaturas.
¿Cómo hacen las hojas para caer?
Desde que empezaron a crecer en la primavera, las hojas de los árboles
caducifolios se han ido preparando para el otoño. En la base de cada hoja hay
una capa de células especiales denominada capa de escisión o separación. Durante
todo el verano, unos tubitos que pasan a través de esta capa han ido llevando
agua a la hoja y extrayendo el alimento producido hacia el árbol. En otoño, las
células de la capa de escisión empiezan a crecer y forman un material parecido
al corcho, reduciendo y finalmente cortando el flujo entre la hoja y el árbol.
La glucosa y los productos de deshecho quedan atrapados en la hoja, y sin agua
fresca, la clorofila empieza a desaparecer.
A medida que se forma el tapón, las
células de la capa de escisión empiezan a desintegrarse, hasta que sólo quedan
unos hilitos que sostienen la hoja. Un golpe de viento o el simple efecto de la
gravedad se encargarán del resto.
que curiosidades tiene la naturaleza....¡¡
Bonita mañana para disfrutar del Otoño en Cadalso.....¡
Bonita mañana para disfrutar del Otoño en Cadalso.....¡
Me gusta la información valiosa que usted proporciona en sus artículos. Marcaré su blog y comprobaré otra vez aquí con frecuencia. ¡Soy completamente seguro aprenderé mucha nueva materia directamente aquí! ¡Buena suerte para el siguiente!
ResponderEliminarCarlos enhorabuena por estos trabajos que tienes publicados eres un creativo muy bueno.Saludos .Felipe
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