CERRANDO PUERTAS
Siempre
es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en
permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el
sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos,
como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de
la vida que se van clausurando....No podemos estar en el presente añorando el
pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que
soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes
tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no
quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por
eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar
de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros. ...
El
pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan,
no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el
resentimiento.
El prender "tu televisor personal" para darle y darle
al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y
amargarte. La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida
dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte
ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?,
¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras
que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y
ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que
no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí
en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina,
en ese oficio. Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres
meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta,
da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al
que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es
estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en
tu vida. Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un
lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este
mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él,
y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o
físico que hoy te duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y,
humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es
indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura,
limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate. Hay muchas palabras
para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará
definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!
( Paulo Coelho)
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