domingo, 26 de diciembre de 2010

Nos contaban hace un año...



Aquellas Navidades

Las Navidades de mi infancia comenzaban de verdad la mañana maravillosa del "Día del Gallito" cadalseño y luego se precipitaban ya irremisiblemente a la Nochebuena con la mañana alegre del día de la Lotería, los niños de San Ildefonso cantando números por la radio desde muy temprano, la esperanza y la emoción en todos; y terminaban -las Navidades y un poco de uno mismo- cuando te acostabas, acompañado del juguete que más te había gustado, la noche de Reyes. En medio, belenes con verde musgo que habíamos arrancado cuidadosamente de las piedras del valle y que nuestra madre -papa estaba trabajando- nos ayudaba a colocar con gran satisfacción en el nacimiento: pastorcillos, lavanderas, el hombre que hacía las gachas, los soldados de Herodes, el castillo, el río con papel de plata o con espejos, el pueblecito colgado de la montaña y todo ello iluminado con unas lucecitas que le daban como un aspecto de milagrosa aparición nocturna. En fin, qué os voy a contar...

Las Navidades, ahora de mayor, siempre te pillan a traición....


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