cara dura y descarada esta ardilla
en la misma variante de Cadalso....
vive entre las casas del pueblo...
y se deja fotografiar de esta manera...
Las Ardillas no son presisamente la mascota ideal para tener dentro de una jaula, pero mucha gente que vive en zonas rurales, sabe que éste gracioso animalito, suele "autoadoptarse", ya que no desperdicia ninguna oportunidad en que se le ofrezca alimento, y aún de tomarlo sin permiso, cuando éste se encuentre a su alcance, aunque no fuera para ella, sino para un perro, para un pájaro, o para cualquier otra mascota de la casa.
La ardilla roja , organiza su vida a tenor del siguiente esquema: tres tipos de casa, dos tipos de almacenes. En un ambiente frecuentado por la zorra y donde no faltan rapaces diurnas y nocturnas, puede resultar útil cambiar improvisadamente de albergue y no dejarse ver por su antigua morada. Durante e verano, puede ser suficiente un nido abandonado, sometido a cualquier reparación y adaptación; de noche se resguarda de rocío en un verdadero nido, en invierno para el largo sueño semiletárgico tiene bastante con el agujero de un árbol. Toda ardilla tiene a su disposición algunas habitaciones de cada tipo. Los almacenes son de dos clases, pero numerosos: algunos son pequeños, contienen una ración de comida suficiente para un día, los otros notablemente mayores, se llenan en otoño con una cantidad de víveres suficiente para dejar transcurrir sin preocupaciones el invierno y los primeros meses de la primavera. De cualquier modo son tantas estas reservas, que hay quien ha pensado que las ardillas tuviesen la intención de transformarlas en viveros de plantas, para la repoblación forestal.
y se deja fotografiar de esta manera...
Las Ardillas no son presisamente la mascota ideal para tener dentro de una jaula, pero mucha gente que vive en zonas rurales, sabe que éste gracioso animalito, suele "autoadoptarse", ya que no desperdicia ninguna oportunidad en que se le ofrezca alimento, y aún de tomarlo sin permiso, cuando éste se encuentre a su alcance, aunque no fuera para ella, sino para un perro, para un pájaro, o para cualquier otra mascota de la casa.
La ardilla roja , organiza su vida a tenor del siguiente esquema: tres tipos de casa, dos tipos de almacenes. En un ambiente frecuentado por la zorra y donde no faltan rapaces diurnas y nocturnas, puede resultar útil cambiar improvisadamente de albergue y no dejarse ver por su antigua morada. Durante e verano, puede ser suficiente un nido abandonado, sometido a cualquier reparación y adaptación; de noche se resguarda de rocío en un verdadero nido, en invierno para el largo sueño semiletárgico tiene bastante con el agujero de un árbol. Toda ardilla tiene a su disposición algunas habitaciones de cada tipo. Los almacenes son de dos clases, pero numerosos: algunos son pequeños, contienen una ración de comida suficiente para un día, los otros notablemente mayores, se llenan en otoño con una cantidad de víveres suficiente para dejar transcurrir sin preocupaciones el invierno y los primeros meses de la primavera. De cualquier modo son tantas estas reservas, que hay quien ha pensado que las ardillas tuviesen la intención de transformarlas en viveros de plantas, para la repoblación forestal.
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