"Buenas tardes
Miguel.
He estado a ver a Carlos.
Creo que nuestro querido amigo no va a estar mucho tiempo más con nosotros.
Ayer tuvieron que llevarlo a urgencias y aunque ha vuelto a casa ya lo van a tener con "vías puestas" para poder administrarle lo que necesite.
Está en la cama y no sé si habrá sido consciente de mi visita, aunque me apretaba la mano al estrechársela.
No te digo más...
A todos nos llegará el momento, pero cuando uno piensa en lo que se ha sufrido para conseguir un cierto bienestar, es cruel el que se nos niegue el poder disfrutarlo."
Le gustaba hacerse fotos cada vez que salíamos en bici. Si hacía aire se quedaba en casa ("¿qué necesidad hay de pasarlo mal...?").
Cuando íbamos por la carretera de La Rinconada o
pasábamos por Cebreros en verano,
tenía seleccionadas las fuentes: cogía agua y luego, antes de que nos diéramos
cuenta, metía las piernas en el agua y las movía como un niño de 2 metros que montaba sobre
una bici roja hecha a medida. Y se carcajeaba con ganas. Y Remi le regañaba cariñoso sonriendo: "¡No hay quien pueda contigo, Grandon!" Y le respondía: "Está muy fresquita, ven y mételas tú también. No seas
envidioso." "La bici es para disfrutar, no para sufrir." Y en
las cuestas, su inseparable Angelito le esperaba y secreteaban sus cosas. Y ya juntos, en el llano, salía disparado y nos dejaba clavados, miraba para atrás
riendo y gritando: "¿Qué os creíais...?" Siempre, por San Isidro, le gustaba que le contara cómo iba la feria en Las Ventas: "Miguelito (siempre Me llamaba así o Migue), cuando reaparezcas acabas con el cuadro..." Y al despedírmos en la rotonda de San Martín, me recordaba: "Si tienes cualquier inconveniente, me llamas que voy rápido con la furgoneta a buscarte... que tu padre fue colega."
Por la carretera del
Venero, bajo las sombras de los pinos, me llama, miro, y me hizo una foto de
verde, justificándose me dice entre risas y pinos: "Ahora llamo a mi
mujer, nos tomamos dos cervecitas y me pego un baño en la piscinita que he
hecho en el jardín, porque con este calor... Con la ayuda de Ángel he puesto
unas luces interiores, me gusta mirarlas por las noches." En invierno, si
nevaba, sabíamos que era el primero en salir con el camión de la Comunidad a limpiar las
carreteras y echar sal, a veces no podía ir a dormir a casa y se quedaban
vigilantes por el Puerto de la
Cruz Verde... Cosas sencillas, normales, de gente
trabajadora, de pueblo de toda la vida, hecha a sí misma. Carlos: Soy Migue.
Quiero que sepas que los ciclistas y los toreros estamos orgullosos y felices
de contarte entre los nuestros. Y que es verdad, Carlos, que las luces
interiores de la piscina te parecían luciérnagas y por eso te gustaba
obsérvalas. Son las mismas que siempre nos alumbraran tu recuerdo...
Angelito
fue a verle: "Miguel: Creo que nuestro querido amigo, Carlos, no va a
estar mucho tiempo con nosotros..." El martes fuimos a verle Remi y yo.
"Cogerle la mano, se la apretais y le decis quienes sois. Él os oirá y
lo sabréis porque os apretara vuestra mano." Nos recomendó Tere, su
mujer. "¡Carlos, Grandon!, soy Remi, estoy con Miguelito!" Y los dos le
apretamos su mano derecha inane, como todo su cuerpo. No nos respondió.
Su mujer: "Yo le digo que estáis aquí..." y le apretó la mano. Tampoco
respondió y cabizbaja se fue a llorar a un rincón. Nosotros le seguíamos
apretando la mano... Remi me echó su brazo por el hombro y en silencio
lloraba. Yo me emocioné y no dejaba de mirar la cara de Carlitos. Al
salir le dije a Remi: "Enseñame la piscina". Estaba cubierta con una
lona. "Esta parte lo hizo con Angelito... Mira, ahora estaba poniendo
una alambrada..." Él miraba por las noches las luces del fondo y
sonreía con una pequeña mueca, así él era feliz..." Se lo escribí el
otro día: "Imaginaba que las luces eran miles de luciérnagas que
brillaban cuando pasaban a saludarle." Remi me acaba de decir que las
luciérnagas ya cargan con él camino del recuerdo eterno.
Miguel Moreno González
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Gracias Carlos por esta entrada dedicada a un buen amigo, colega de mi padre. Era un hombre sencillo, generoso, trabajador y muy sentimental. Conmigo siempre fue muy bueno...
ResponderEliminarAgradecido, Carlos, por tu cercania y solidaridad.
Muy bonito tu esrito miguel,efectivamente Carlos una gran persona D.E.P.
ResponderEliminarLoli