La Villa de Lanzahita...
También
conocida como La Andalucía de Ávila, es la comarca abulense de clima
más benigno, se sitúa en la parte más meridional de la provincia,
rozando con Extremadura, protegida del frío por la fuerte cadena
montañosa que es Gredos. Su altitud media sobre el nivel del mar es
de 400 m.
La villa de Lanzahíta está situada en Valle del Tiétar, al sur del Macizo Oriental de Gredos, en el piedemonte de la Abantera, entre los bosques de pino de la ladera y las dehesas del llano pobladas de encinas, robles, alcornoques y quejigos.
Dista 84 km de Ávila, 40 km de Talavera de la Reina , 123 km de Madrid y unos cincuenta desde Cadalso...
Muy conocida por sus famosas sandías y espárragos...
De origen medieval, en 1393 la aldea quedó incluida en los términos
entregados por Enrique III a la villa de Mombeltrán, de cuya
jurisdicción siguió dependiendo hasta el año 1679, en que Lanzahíta
adquirió de Carlos II, a cambio de 7.000 maravedís por cada vecino, su
propio título de villazgo.
Como tal aldea perteneció, pues, al señorío de Mombeltrán, cuyos sucesivos propietarios fueron el Condestable Dávalos; el infante don Juan, rey consorte de Navarra y después rey de Aragón, padre de Fernando el Católico; la Orden de Calatrava; el condestable don Álvaro de Luna y su viuda, doña Juana de Pimentel, la Triste Condesa; y, desde finales del siglo XV, los duques de Alburquerque.
Tras la obtención del título de villazgo y hasta el siglo XIX, la villa siguió ligada a la Casa de Alburquerque, propietaria del estado señorial de Mombeltrán, a cuyos titulares estuvo reservado, hasta la formación del ayuntamiento liberal, el privilegio de nombrar, entre las personas que cada año proponían los vecinos, a los alcaldes, regidores y procuradores que habían de ejercer el gobierno del concejo.
Sus tradiciones, su iglesia, el retablo de su altar mayor y el puente medieval que cruza la garganta Eliza, en el antiguo camino real del Tiétar, son testigos de la importancia histórica de la villa.
Como tal aldea perteneció, pues, al señorío de Mombeltrán, cuyos sucesivos propietarios fueron el Condestable Dávalos; el infante don Juan, rey consorte de Navarra y después rey de Aragón, padre de Fernando el Católico; la Orden de Calatrava; el condestable don Álvaro de Luna y su viuda, doña Juana de Pimentel, la Triste Condesa; y, desde finales del siglo XV, los duques de Alburquerque.
Tras la obtención del título de villazgo y hasta el siglo XIX, la villa siguió ligada a la Casa de Alburquerque, propietaria del estado señorial de Mombeltrán, a cuyos titulares estuvo reservado, hasta la formación del ayuntamiento liberal, el privilegio de nombrar, entre las personas que cada año proponían los vecinos, a los alcaldes, regidores y procuradores que habían de ejercer el gobierno del concejo.
Sus tradiciones, su iglesia, el retablo de su altar mayor y el puente medieval que cruza la garganta Eliza, en el antiguo camino real del Tiétar, son testigos de la importancia histórica de la villa.
Está restaurado y muy bien conservado y es uno de los símbolos de esta villa.
Y por este puente no solo cruzo el famoso pintor Goya sino también un destacado Cadalseño...el Sr. Aurelio Salas padre de los famosos hermanos Salas , que trabajo y vivió allí hace sesenta años y dejo su huella en el bonito municipio de Lanzahíta construyendo las escuelas municipales entre otras
que se mantienen ahora actuales con el paso de los años...
(ver estas fotos)
Y además edificó numerosas viviendas públicas en el municipio e infinidad de puentes de piedra por todas las carreteras que serpentean la zona y los pueblos cercanos...
Sirva este artículo como homenaje a este gran hombre que nos dejo muy joven pero que supo transmitir su oficio y buen hacer a sus hijos y nietos en Cadalso de los Vidrios...
va por usted Sr. Aurelio...¡¡¡
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