(En el día de su patrona,
Santa Cecilia. A los músicos de la Unión Musical de Cadalso que sacan lo mejor de
nosotros)
VIVIR Y MORIR
CON LA UNIÓN MUSICAL
DE CADALSO
La Unión Musical de Cadalso de los Vidrios ha llenado de felicidad generaciones de cadalseños
desde hace algo más de un siglo. Su música sigue fluyendo sin solución de
continuidad para goce y disfrute de las generaciones actuales.
Hablo desde mis sensaciones
personales desde niño: Cuando en Cadalso
oía a la Banda de
Música era sinónimo de fiesta, alegría y emoción. Mucha emoción. La
chiquillería siempre caminábamos detrás de ellos con la expresión de la dicha
dibujada en nuestro rostro, algunos, como yo, utilizábamos la cartera de la
escuela a guisa de instrumento musical. Además cuando uno “siente” la música sin saber descifrar los pentagramas considera a
quienes sí saben hacerlo seres superiores. Y todo queda atrapado en un mágico
halo de misteriosa placidez. Los músicos lo son porque están autorizados por
las musas para ponerte en contacto cadencioso con los sentimientos más
conmovedores que alberga el ser humano. Ellos son el medio encargado de
llevarnos a sitios donde habita la paz, la serenidad, la belleza… Los lugares
de la caricia, de la reflexión, del amor…
No tengo emoción más intensa
que cuando escucho o veo pasar a los músicos de mi pueblo. Y ese entusiasmo es
compartido por todos los cadalseños. Basta con fijarse en sus expresiones para
comprobar que lo que están viviendo por dentro es algo especial. Es un encantamiento
que generosamente aspiran a derrochar a ritmo de melodías, a compás de
caricias. En mi recuerdo habitan los músicos que he visto formando la Unión
Musical a lo largo de mi vida. Y siempre me han arrancado
abrazos de ternura. Nunca, ni ellos ni servidor, lo hemos podido remediar.
La armonía de la Banda de Cadalso traspasa lo material hasta
llegar a entrelazarse con nuestra Naturaleza,
con nuestro cielo, con nuestra intimidad. Amortigua el paso del tiempo y lo
convierte en dicha. Nos hace descubrir lo que en situaciones normales no
alcanzamos a descifrar. Nos muestra nuestra vida más preciada. Es también la
forma en que los enamorados cadalseños se declaran a la persona amada: Lo hacen
con voz modulada, diciendo las palabras con dulzura musical hasta componer su
propia sinfonía del querer.
Mi padre decía que cuando se
muriera quería que le acompañaran las notas musicales de la Banda de Cadalso a su morada definitiva. No
lo hicimos, nos descuidamos. Imagino que por esos olvidos que trae consigo el
trastorno de la muerte. Pero desde entonces me sigue acompañando a mí ese deseo
para remediar el suyo. En algún lado lo he dejado escrito: Cuando muera que
toque la Unión Musical de Cadalso. Será como volver a vivir
en una nueva vida llena de acordes musicales que remediarán, ya para siempre,
mi pena.
“Se escuchaban chirimías y
atambores mezclados con gran vocerío”. -Sancho sintió cierta desazón hacia ese
ruido desconocido que sobresaltaba misteriosamente la noche-. Don Quijote le
sosegó: “-Tranquilo, Sancho, no te inquietes, donde hay música no puede haber
gente mala…”
Te contesto y leo mañana, hoy estoy jodida: están buscando algo en mii corazón, pero no encuentran lo que buscan, o es que buscan mal, o lo que buscan es incorrecto, porque yo creo que en mi corazón tengo muchas cosas…
ResponderEliminarMe han hecho un catéter y es muy desagradable….. pero sigo queriendo a mi gente entre los que te encuentras en los primeros puestos.. solo antecedido por mis hermanos.
Besos miles.
Chusa