Los frutos del bosque llenando la despensa...
Ha llegado el momento de llenar la despensa para el invierno. Las viejas costumbres vuelven. Los frutos de otoño se convierten en mermeladas, gelatinas, licores, dulces...
El hombre no puede sustraerse a su pasado de cazador-recolector. Es algo que se encuentra en nuestra memoria genética. Durante miles de años la raza humana sobrevivió recolectando bayas y frutos en la naturaleza porque, sólo de vez en cuando, tenía la suerte de conseguir alguna pieza de caza. En la actualidad algunas tribus siguen manteniendo un esquema similar a éste....
El hombre no puede sustraerse a su pasado de cazador-recolector. Es algo que se encuentra en nuestra memoria genética. Durante miles de años la raza humana sobrevivió recolectando bayas y frutos en la naturaleza porque, sólo de vez en cuando, tenía la suerte de conseguir alguna pieza de caza. En la actualidad algunas tribus siguen manteniendo un esquema similar a éste....
Todo aquel que alguna vez ha paseado por el campo ha sentido una irresistible tentación de probar esos frutos magníficamente expuestos al aire y al sol dotados con una explosión de colorido, rojos, amarillos, morados o anaranjados.Hay que tener precaución a la hora de elegir los que consumimos, ya que a veces esos mismos colores llamativos, son una advertencia que nos avisa del peligro de toxicidad. Ya se han perdido algunas de las costumbres y tradiciones de conservar todos estos frutos como despensa del invierno, pero aún permanece vivo el recuerdo de algunas alacenas llenas de botes de conservas de diferentes colores, donde se almacenaban, no sólo los frutos del otoño sino también los del verano, pimientos secos, tomates en conserva o mermeladas de frutas del verano como las ciruelas....
A esto se le unían las mermeladas de escaramujos o zarzamoras, los licores de endrinas, las gelatinas, carne de membrillo y toda clases de dulces elaborados con almendras, nueces, avellanas, higos o pasas secas. Se venden granadas, acerolas, azufaifas, nueces, , que alternan con las almendras y las pasas e higos , al borde del invierno en el que surgirán las castañeras y las batatas o los boniatos asado/as,, al final de septiembre mientras se desarrollan los primeros nublados y los días se ponen desapacibles , vemos en los puestos los frutos secos y productos silvestres que son los protagonistas de la caída del verano y la llegada de una nueva estación...
En casa hemos comenzado el rito; Carmina su mermelada de moras, yo con las endrinas, aprovechando un orujo de ciruela estoy macerando un pacharán que está empezando a tomar color.
ResponderEliminarVeremos mi resultado porque en esto uno es un novatillo, no llego ni a aprendiz.
Carlos, qué fotos más bonitas, con sólo verlas se alegra la vista. Te he visto en mi blog pero hasta ahora no me había dado por hacer doble clic sobre tu foto. ¿Nos conocemos?
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