Rincón de Karras...

No sería justo que hablásemos del primer árbol de la primavera con flor y no lo hiciésemos de la primera planta. ...

PRIMAVERA (Prímula Veris)

La primera:Recuerdo que fue hace unos años, antes incluso de que mi aficción por el mundo vegetal llegase siquiera a distinguir apenas las zarzas de los rosales silvestres. Acabábamos de llegar a la explanada donde se aparcan los coches en la ruta de los Lagos de Saliencia (Asturias) mientras bajábamos hacia ellos en una tarde con fina llovizna íbamos contemplando unas matas de flores amarillentas, que llamaban especialmente la atención no sólo por su pálido amarillear sino por que siendo mediados de febrero, cuando no se observaba ninguna otra flor ellas adornaban los terraplenes como si alguien las hubiera puesto allí el día anterior.

Un grupo de cuatro senderistas se cruzaron con nosotros y tras darnos las buenas tardes como corresponde a la buena gente de la montaña oímos comentar a una de las señoras -¡¡anda!! ya han florecido las prímulas-. Mar y yo nos miramos y no hizo falta nada mas para echar a correr detrás de ellos y pedirles que nos repitieran lo que acababan de decir. Desde ese momento, La Prímula ha pasado a formar parte de nuestro particular catálogo de plantas favoritas.

Se trata de la primera flor de primavera. De hecho, este es el significado de prímula veris, que deriva del latín prímulus (primero, que empieza), y vera, (la primavera). Tiene numerosos nombres vulgares (primula, hierba de San José, bellorita de oro, flor de primavera?.) pero primavera es la mas habitual.

Es una planta multiusos. La flor produce una miel de calidad. En los países nórdicos se utiliza en la preparación de bebidas. Las hojas tiernas con un sabor ligeramente picante se comen en ensalada y la raíz a causa de los saponósidos que contiene, es decir la facultad de producir espumas tipo jabón, se emplea en diversos tratamientos suaves también es laxante, diurética, expectorante etc. Las flores son en cierta medida sedantes y antiinflamatorias, también recuerdan un manojo de llaves.

Y según una leyenda, a San Pedro el guardián de las puertas del cielo, se le cayeron las llaves al suelo y allí creció (la primavera del cielo). Como veis en cualquier cultura o religión se ha tenido a las plantas en un lugar especial de idolatría. En nuestro caso y en el de nuestra querida prímula al no tener religión a la que agarrarnos, la pusimos cerca de nuestro corazón.

Un saludo:

Karras.

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Nota: de Cadalso vive para los anónimos faltones....

Recuerdo a todo aquel que no quiera leer lo que otros se trabajan gratis para entretener con cariño a todos nuestros seguidores del blog... que se dé una vuelta por otros sitios y nos deje vivir en paz ....no volveré a publicar ningún comentario en el que se desprecie la labor de nuestros colaboradores que trabajan conmigo por y para su pueblo Cadalso...