Semana Santa en Cadalso....

SEMANA SANTA EN CADALSO
En Cadalso se entrelazan amistosa y respetuosamente el espíritu religioso y el agnóstico en estas fiestas de Semana Santa. Los creyentes tienen donde elegir, poseen un amplio abanico de celebraciones que se inician el Domingo de Ramos y finalizan el Domingo de Resurrección. Asisten de estreno en La Corredera -como manda la tradición- a la entrega de ramos. A partir de ahí concurren a nuestro majestuoso templo y a nuestras calles a misas, vía crucis, procesiones, velatorios...

El Jueves Santo sale en procesión el Cristo de Medinaceli, lo hace desde la Semana Santa de 2003 fecha en la que se constituyó esta Cofradía que porta su imagen por nuestras calles en la atardecida de dicho día. Desde esa fecha esta Congregación le dio a la Semana Santa de Cadalso un revitalizador impulso que a nadie de bien le pasa desapercibido. Las sublimes ?levantás? de sus costaleros elevan al unísono los corazones de los presentes a la altura infinita del amor. Es curioso pero me da la impresión que en torno a este Cristo se arraciman la mayor cantidad por metro cuadrado de ateos, agnósticos y nihilistas del pueblo (¿será por eso que tengo tan buenos y viejos amigos en Ella?) en común camaradería con los creyentes, formando la indisoluble Hermandad Cadalseña. Ellos son el conmovedor y fiel reflejo de la convivencia, generosidad, hospitalidad y respeto cadalseño hacia el prójimo. Son el ejemplo vivo de que las cosas que se hacen con amor siempre salen bien y sobresaltan hondamente el sentimiento cadalseño originando una hermosa emoción que se derrama generosa por los corazones de todos. Procuro que en mi vida la emoción nunca pase desapercibida; acaso por ello y, a pesar de mi ateismo, asisto al paso de ésta -y otras peregrinaciones- que me colman de ternura y admiración hacia mis paisanos.

La Procesión del Silencio, en la noche del Viernes Santo, cuenta con la asistencia masiva y devota de todos los cadalseños y visitantes. Posiblemente es éste uno de los actos que más emociones arrancan ya que el Cristo del Humilladero recibe desde su sobrecogedora e impresionante talla, una vez más, el fervor sincero de toda la villa de Cadalso de los Vidrios.

El pueblo acoge el mayor aluvión de visitantes de todo el año y si el tiempo acompaña se disfruta del sol, los pinares, el aire puro, los paseos, la tranquilidad, la amistad, la gastronomía, el vino... Ingredientes que, unidos, harán inolvidables estas jornadas y colaborarán a cargarnos las pilas para que la vuelta a la monotonía sea lo menos traumática posible. Los más marchosos cuentan con infinidad de bares, pubs, discotecas y demás sitios de entretenimiento donde esparcir su alegría libremente hasta el alba y, de paso, disfrutar de los espectáculos incomparables de los amaneceres cadalseños. Todos, sin excepción, gozan de la acostumbrada -y no es tópico- nobleza cadalseña que colabora a que seamos más en el amor a este pueblo, precioso por sus lugares y gentes que, además, tiene la capacidad de sorprender gratamente a diario.

Nadie se pierde la fiesta grande del Día del Hornazo que se celebra todos los años el lunes de Pascua. Lugareños y foráneos meriendan el tradicional hornazo acompañado de buenos caldos en las eras de la peña.

detalle carroza..

Otros, más atrevidos, suben al pico de la emblemática Peña Muñana y allí todos los años se encuentran con un regalo sorpresa: La visión incomparable a vista de pájaro del paisaje más hermoso y desgarrador del lugar. Justo en este sitio ?el diablo? tentó a Jesús diciéndole: ?Todo esto te daré si postrado ante mí me adoras?. Aquí fue el lance, en el pico central de la Peña?

Se baila, se ríe, se canta, se juega y somos todos, y esto es lo más importante, un poco más felices. El epílogo apropiado tendrá lugar el martes, Día del Bollo, desde Las Erillas se despiden estas celebraciones entrañables. Paz, trabajo, solidaridad y buen humor para el resto del año. El próximo no tardará en llegar.

Miguel MORENO GONZÁLEZ

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