lunes, 28 de diciembre de 2009

Los Santos inocentes, hoy es el día....



La celebración del día de los Inocentes es una tradición que tiene los orígenes en la leyenda de la matanza de niños que ordenó el rey Herodes con el objetivo de asesinar al Niño Jesús. También esta fiesta popular tiene un origen pagano que nació en la Edad Media, cuando durante este día, preludio del Carnaval, el desenfreno y el jolgorio eran los protagonistas, ya que todo estaba permitido y la culpa no recaía en nadie.
Hoy en día, cada 28 de diciembre se recuerda la matanza que ordenó el rey Herodes en Belén, aunque la tradición popular le ha dado un cierto sentido pagano en el que las personas se hacen bromas y engaños....Una de las bromas más conocidas son unos muñecos de papel que se enganchan en la espalda de alguien en señal de burla. Este día también es costumbre que los medios de comunicación publiquen una noticia falsa e inverosímil, que los lectores tienen que averiguar.
Al día siguiente, los medios de comunicación desvelan cuál era la noticia errónea.
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Los santos inocentes
1984

"Milana bonita, milana bonita"


Extraordinaria película, y para mí uno de los mayores exitos del cine español de todos los tiempos. "Los santos inocentes", está basada en una novela de Miguel Delibes, y maravillosamente llevada al cine por Mario Camus. La historia, es más bien esta: la vida de unos campesinos que un dia bajan de su chabola, por orden de su dueño, para instalarse en su cortijo, y es que la vida de estos pobres campesinos, no es otra que obedecer y callar... Magnífica película, pero de verdad, de las de auténtico sombrerazo, ya que para mí, nunca se ha retratado tan magnificamente a esa España profunda. Porque Camus (aquí en estado de gracia), consigue trasladar por medio de unas imágenes, unas situaciones llenas de extraordinaria fuerza y dramatísmo, y es que amigos mios, hay que revisar muchas historias, para ver como vemos aquí con tanta perfección, la dureza de la vida rural, y el abuso del rico con el pobre. Pero si al aquí fenomenal Mario Camus, estuvo en gracia de Dios, no se le quedan atrás los actores, porque que manera de darnos una auténtica lección interpretativa, desde Alfredo Landa, dando vida a ese Paco "el bajo", un hombre que ha nacido solamente para decir "lo que Ud. mande señorito", a un Francisco Rabal metido en la piel de ese "inocente" Azarias (inmensos los dos), pasando por Terele Pávez "Régula", y Juan Diego "el señorito Iván", y... más y muchos y muchas más, y todos extraordinarios, porque aqui en esta historia no hay mediocres, solamente hay un buen puñado de extraordinarios actores, donde unos hacen de ricos y los demás de pobres. En fín, mucho habría que hablar y escribir sobre esta fundamental película de nuestro cine. Una película tan extraordinaria como cruda y desgarradora. Una película de las que uno se siente orgulloso, porque historias como esta son las que engrandecen el CINE ESPAÑOL.

Matrícula de Honor.


Miguel Delibes.

Alfredo Landa y Francisco Rabal, obtuvieron el Premio a la Mejor interpretación masculina en el Festival de Cannes.

algo de la historia....
¿no puedes moverte un poquito más vivo, Paco, coño? pareces una apisonadora, si te descuidas te van a robar hasta los calzones,
y Paco, el Bajo, procuraba hacer un esfuerzo, pero los cerros de los rastrojos dificultaban sus movimientos, no le permitían poner plano el pie, y, en una de éstas, ¡zas!,
Paco, el Bajo, al suelo, como un sapo,
¡ay señorito Iván, que me se ha vuelto a tronzar el hueso, que le he sentido!,
y el señorito Iván, que por primera vez en la historia del cortijo, llevaba en la tercera batida cinco pájaros menos que el señor Conde, se llegó a él fuera de sí, echando pestes por la boca,
¿qué te pasa ahora, Paco, coño? ya es mucha mariconería esto, ¿ no te parece?
pero Paco, el Bajo, insistía desde el suelo,
la pierna, señorito, se ha vuelto a tronzar el hueso, y los juramentos del señorito Iván se oían en Cordovilla,
¿es que no puedes menearte? intenta, al menos, ponerte en pie, hombre, pero Paco, el Bajo, ni lo intentaba, reclinado en el cembo, se sujetaba la pierna enferma con ambas manos, ajeno a los juramentos del señorito Iván, por lo que, al fin, el señorito Iván, claudicó,
de acuerdo, Paco, ahora te arrima Crespo a casa, te acuestas y, a la tarde, cuando terminemos, te llevaré donde don Manuel, y, horas más tarde, don Manuel, el médico, se incomodó al verlo,
podría usted poner más cuidado,
y Paco, el Bajo, intentó justificarse, yo…


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A mi parecer: "Los santos Inocentes", desgarradora y aleccionadora como pocas.

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