Harto....

Carlos: Dedicado a ese cobarde que te manda anónimos.

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¡HARTO!

Hoy quiero hablar sobre aquellos que inasequibles al desaliento andan dando lecciones de todo. Esos sabios demagogos que además tienen la capacidad de aparentar con sus expresiones y su voz aquello que no sienten. Esos que hablan de ética cerrando sus exposiciones con la convincente frase: -"Yo es que no soy así. No entiendo como puede haber gente con esa manera de ser". Esos que nunca dejan una puerta abierta al riesgo que les supone lo espontáneo. Esos que buscan liquidarte allá donde estés, aunque vivas en el último confín de sus minúsculas -si les quedan- razones. Esos que piensan que si vas con alguien o haces algo es por un interés bastardo, jamás porque busques realizarte de forma íntima a la vez que procuras se realicen los que contigo están. Esos de los que percibes que te desprecian sin ni siquiera haber cruzado con ellos una sola palabra. Esos que creen no hacen el ridículo porque nada hacen que les pueda comprometer. Esos diseñadores de campañas contra las relaciones humanas más nobles. Esos que vehementemente se aplican al: "Difama que algo queda". Esos aduladores y propagadores de la calumnia más soez y gratuita. Esos que especulan inmisericordes con la pena de los débiles y son misericordiosos con los poderosos. Esos estólidos oradores ante ágoras sumidas en ignorante mediocridad. Esos que no conciben que alguien procure ser fiel a sus principios mamados con fruición desde bebé. Esos que no disfrutan de su copa deseando que la tuya descubra tu lado vulnerable para así vomitarle al menor descuido. Esos que hacen de la intriga emponzoñada su contaminado hábitat natural. Esos que nunca comprenderán que seas tú mismo tu crítico más cruel. Esos a los que les molesta si quiera haya alguien que camine contigo. Esos que no te dejan tranquilo ni con tus propias frustraciones que te sumen en la melancolía. Esos que no saben de miradas emocionadas y sí de sonrisas interesadas. Esos que están ausentes en las batallas pero presentes en las victorias y no se reconocen cuando gritan: "¡¡Viva quien vence!!". Esos que duermen en el colchón de la insidia y la negativa visceral sin darle oportunidad al optimismo más natural. Esos destripadores de sentimientos que acechan en esquinas traidoras para asestarte puñaladas traperas. A esos que no saben que lo pequeño es hermoso y la sensibilidad les suena a pecado mortal.

A esos que diariamente me destrozan y humillan porque no acierto a defenderme. A esos imploro, por favor, que paren un momento el autobús que yo quiero apearme. A esos quiero decirles que me tienen hasta esos mismos cojones que ellos han hecho misántropos. A esos a los que sólo aventajo en suspiros. A esos, a esos les digo que un suspiro me puede hundir pero cualquier otro me puede hacer feliz.

Miguel MORENO GONZÁLEZ

escritor galardonado