Otro árbol amigo.....el Tejo....

EL TEJO: Primera parte
Taxus Baccata
EL GUARDIAN DE LAS ALMAS.

EL GUARDIAN DE LAS ALMAS.

El tejo es un extraño árbol, bello, majestuoso, desde muy antiguo ha atraído al hombre. Existen cientos de leyendas y mitos respecto a su larga vida y su toxicidad. Este árbol me fascina desde siempre. Lo he buscado en montañas, en valles y en cualquier lugar donde me he enterado de su presencia, no es fácil buscar tejos en la naturaleza ya que según reza la leyenda, ?El Tejo se esconde? aunque la realidad es bien distinta porque sucede que el tejo ha sido también objeto de talas indiscriminadas por su muy preciada madera. Nosotros los soñadores preferimos humanizar al tejo y creernos la leyenda, aunque quien sabe cuando ha sido venerado desde tan antiguo por algo será.

El nombre de tejo derivado del antiguo texo castellano es el más extendido. Proviene de latín taxis, que significa ?fila?, ?ordenación?, seguramente por la disposición alineadas de las hojas sobre las ramas a modo de púas de un peine, aunque debemos decir que existen otros estudios no menos veraces del origen del su nombre y que muchos expertos en la materia han presentado otras versiones que tienen buena parte de lógica, pero lógicamente (valga la redundancia) no podemos estudiar todas.

El tejo no ha sido un árbol más en relación con la historia de la humanidad. Con seguridad ya se usaba durante el Paleolítico en la fabricación de armas y utensilios. El naturalista y biólogo Jullian Huxley afirmaba que el artefacto inglés más antiguo es una punta de lanza de tejo de 36cm de longitud aparecida en los depósitos de un río en Clacton (Inglaterra) al que se le estima una edad aproximada de 400.000 años. Pero el instrumento más corriente fabricado con esa madera durante la Prehistoria fue sin duda el arco.

El arco de tejo adquirió en la edad media sumo prestigio, por ser un arma militar de gran efectividad. Estos arcos, que en ocasiones superaban en altura a un hombre, ejercían un fuerza de tensión equivalente a 45kgs y conseguían enviar flechas de hasta un metro de largo a distancias en ocasiones superiores a los 300m. El impacto de estas flechas disparadas por estos arcos era tan fuerte, que cuenta la leyenda que durante el asedio a la que se vio sometida la ciudad de Abergavenny en el condado de Monmouth (Gales), por parte de William de Braose, estas atravesaron puertas de roble de 8cm de espesor, que se conservan aún como recuerdo de dicha batalla.

Si os apetece estoy preparando no menos de otras dos partes sobre este enigmático y preciado árbol que iré presentando de nuevo en el blog de Carlos, pero por hoy no quiero cansaros más
Un saludo Karras.