según la Ley todos somos iguales en derechos....Roja directa
Hola de nuevo, compañero
Me gustaría sacar otra tarjeta roja. Si lo ves, echamé una mano. Yo creo que estaría bien hacer una fotografía de la subida (para mi lo es) a la biblioteca o al despacho del plan joven, o al despacho del alcalde, o al salón de plenos, o al salón del hogar de ancianos, o a las aulas de las antiguas escuelas, o al .....
¡¡¡¡HASTA CUÁNDO!!!!.
Disculpad que empiece un intento de reflexión con una muesta de furia, pero es que ya está bien. Desde principios de los 90, existe en España una ley (coloquialmente llamada LISMI) que obliga a la sociedad en general a respetar los derechos, reconociendo su singularidad, de las personas discapacitadas. Especial atención -reconoce la ley- deben prestar las Administraciones públicas en el camino de concienciar y abrir vías de integración a estas personas.
Bueno, pues aquí en nuestro pueblo se da un ejemplo claro de aplicación de la ley. ¿Os habeis parado a contar los escalones y demás barreras que hay que sortear (al menos para mí es un sorteo: "me la pego....., no me la pego. Me la pego....., no me la pego) para acceder a buena parte de los servicios comunes del pueblo?. Seguro que una buena parte dirá, con su mejor intención, que no. Otra, se acordará de esta situación, de esta otra. Y otra, fruncirá el ceño, apretará el estómago y dirá: 20 escalones y una puerta imposible hasta la clase de manualidades, 20 escalones hasta juventud, 38 escalones hasta la biblioteca, 2 hasta la sala de exposiciones,... Seguro que podrían seguir informándonos de los del Ayuntamiento, del Hogar de la Tercera
Edad o del número de bordillos que no hay manera de atacar.
Tengo la impresión de que no seríamos cinco o seis. Nuestos abuelos, nuestros padres, nuestros hijos, nuestras parejas, nosotros mismos, hemos padecido en alguna ocasión las limitaciones que produce un escalón, una puerta pesada, un bordillo mal puesto. Y si no es así, por favor, seamos solidarios. ¿Cuesta tanto?.
Quiero sacar una ENORME TARJETA ROJA a quién corresponda (que cada uno haga su análisis de conciencia) del Ayuntamiento o de la Comunidad de Madrid, porqué ese alguien impide sistemáticamente a muchas personas de Cadalso de los Vidrios disfrutar de servicios sociales, culturales y administrativos. No solo discapacitados, sino cualquiera -jóvenes, menos jóvenes y nada jóvenes- que no disfruten obligatoriamente de una excelente condición física.
Aunque quizás lo hagan con la más abiesa de las intenciones. Quizás sea un entrenamiento especial para deportistas discapacitados. Resultados hay, o no.
¡¡¡¡BASTA YA!!!!
Me gustaría sacar otra tarjeta roja. Si lo ves, echamé una mano. Yo creo que estaría bien hacer una fotografía de la subida (para mi lo es) a la biblioteca o al despacho del plan joven, o al despacho del alcalde, o al salón de plenos, o al salón del hogar de ancianos, o a las aulas de las antiguas escuelas, o al .....
¡¡¡¡HASTA CUÁNDO!!!!.
Disculpad que empiece un intento de reflexión con una muesta de furia, pero es que ya está bien. Desde principios de los 90, existe en España una ley (coloquialmente llamada LISMI) que obliga a la sociedad en general a respetar los derechos, reconociendo su singularidad, de las personas discapacitadas. Especial atención -reconoce la ley- deben prestar las Administraciones públicas en el camino de concienciar y abrir vías de integración a estas personas.
Bueno, pues aquí en nuestro pueblo se da un ejemplo claro de aplicación de la ley. ¿Os habeis parado a contar los escalones y demás barreras que hay que sortear (al menos para mí es un sorteo: "me la pego....., no me la pego. Me la pego....., no me la pego) para acceder a buena parte de los servicios comunes del pueblo?. Seguro que una buena parte dirá, con su mejor intención, que no. Otra, se acordará de esta situación, de esta otra. Y otra, fruncirá el ceño, apretará el estómago y dirá: 20 escalones y una puerta imposible hasta la clase de manualidades, 20 escalones hasta juventud, 38 escalones hasta la biblioteca, 2 hasta la sala de exposiciones,... Seguro que podrían seguir informándonos de los del Ayuntamiento, del Hogar de la Tercera
Edad o del número de bordillos que no hay manera de atacar.
Tengo la impresión de que no seríamos cinco o seis. Nuestos abuelos, nuestros padres, nuestros hijos, nuestras parejas, nosotros mismos, hemos padecido en alguna ocasión las limitaciones que produce un escalón, una puerta pesada, un bordillo mal puesto. Y si no es así, por favor, seamos solidarios. ¿Cuesta tanto?.
Quiero sacar una ENORME TARJETA ROJA a quién corresponda (que cada uno haga su análisis de conciencia) del Ayuntamiento o de la Comunidad de Madrid, porqué ese alguien impide sistemáticamente a muchas personas de Cadalso de los Vidrios disfrutar de servicios sociales, culturales y administrativos. No solo discapacitados, sino cualquiera -jóvenes, menos jóvenes y nada jóvenes- que no disfruten obligatoriamente de una excelente condición física.
Aunque quizás lo hagan con la más abiesa de las intenciones. Quizás sea un entrenamiento especial para deportistas discapacitados. Resultados hay, o no.
¡¡¡¡BASTA YA!!!!
estas son las quejas de las gentes que están dejando el pabellón del pueblo muy alto y así os lo comunico a todos.....
Carlos A:
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