El musgo...

EL MUSGO (Polytrichum Formosum)

Llegadas estas fechas, a todos nos gusta montar el Belén y para ello no dudamos en conseguir lo mejor de lo mejor que pueda aportar cierta distinción y realismo a estas centenarias maquetas que dejarán con la boca abierta a nuestras familias y amistades. Hasta aquí todo magnifico pero…. ¿Estamos siendo responsables?



La extracción del musgo del medio natural desequilibra el ciclo hidrológico en ese lugar contribuyendo a la disminución del recurso agua, la desprotección y posterior desertificación y erosión de los suelos, la disminución del hábitat de la microfauna silvestre y el deterioro del paisaje.
El papel más importante del musgo es su gran capacidad de retención, pudiendo captar hasta 300 veces su peso en agua; retienen agua en invierno y la liberan en verano; sirve de hábitat a miles de microorganismos que aportan materia orgánica al suelo; también lo sostiene por lo que contribuye a evitar la erosión; permite la germinación y reproducción de semillas que van por el aire o el agua; es capaz de colonizar suelos estériles al adherirse a superficies muy pobres en nutrientes, generando nuevas zonas de vida; acelera la descomposición de la materia orgánica y puede convertirse en abono cuando se ha integrado al suelo.

En lo más profundo del bosque, al pie de los árboles majestuosos, un tapiz de musgo, una alfombra mullida como un terciopelo vegetal, ofrece descanso al caminante. El musgo crece en los lugares húmedos y umbríos sobre la tierra, sobre las rocas, sobre la corteza o al pie de los árboles. Como un bosque en miniatura, el musgo se compone de una multitud de plantas que crecen muy unidas y hace mucho tiempo fueron la única forma de vida sobre la tierra firme.

De todos modos siempre encontraremos alternativas como un paisaje desértico que atravesaron los Reyes Magos e incluso musgo artificial que nos valdrá para todos los años venideros. Pensadlo un poco y que tengáis unas muy FELICES FIESTAS.

Un saludo Karras.